Los alcaldes de Sant Josep, Josep Marí Ribas, Agustinet, y de Sant Antoni, Josep Tur, Cires, firmaron ayer por la mañana el convenio de colaboración para la puesta en marcha del proyecto de reordenación de la bahía de Portmany, desde Port des Torrent hasta Cala Gració.

Este documento establece que Sant Josep licitará el contrato de redacción de la documentación técnica y también sacará a concurso público las obras, una vez adjudicadas.

Este proyecto supondrá una inversión de más de 20 millones de euros, de los que el Govern balear aportará 10.199.663 euros a través del impuesto turístico, mientras que el Consell de Eivissa se hará cargo de 5.099.831 euros.

Los cinco millones de euros restantes corren a cargo de ambos consistorios. Concretamente, Sant Josep abonará el 80,7% de esta parte (en sus lindes se encuentra el mayor tramo) y, Sant Antoni, el 19,3%, según el estudio preliminar que se ha realizado para cuantificar qué proporción corresponde a cada municipio.

Continuidad a la costa

El plan plantea dotar de continuidad a toda la costa que rodea la bahía de Portmany, desde Cala Gració a Port des Torrent, con la creación de un paseo y un carril bici, la renovación de las infraestructuras de saneamiento, la rehabilitación y ampliación de los muelles para mejorar el tráfico marítimo, y la reducción del impacto visual de las instalaciones de los pozos de bombeo existentes.

El acuerdo llega después de que las abstenciones del PP, Guanyem y Al-In impidieran el pasado 26 de septiembre que se aprobara en el pleno de Sant Josep el convenio de colaboración entre los consistorios para la ejecución del proyecto de ordenación de la costa de la bahía de Portmany. El equipo de gobierno, del PSOE, lo llevó entonces al pleno sin haber consensuado previamente el voto favorable de los grupos de la oposición, ni siquiera de sus socios de mandato, Guanyem. El propio alcalde, Josep Marí Ribas, Agustinet, admitió aquel día que se enteró al comienzo de la sesión de que necesitaba la mayoría absoluta para sacar adelante ese proyecto.

Pero todo se solucionó en el pleno de octubre, cuando salió adelante con el apoyo de todos los grupos menos el Partido Popular, que se abstuvo. En Sant Antoni no hubo ningún problema, pues ya en septiembre fue aprobado durante su votación en el pleno.