El equipo de gobierno de Sant Josep preveía, inicialmente, que el agua desalada llegara al núcleo urbano y a es Cubells el pasado mes de marzo, coincidiendo con la celebración de la festividad del santo que da nombre a la localidad, pero la tramitación de la instalación del bombeo del depósito de Puig Cardona, junto a sa Casilla, retrasó al verano la planificación anterior y, posteriormente, a finales del año.

El segundo teniente de alcalde, Ángel Luis Guerrero, anunció ayer en el pleno que la instalación de las bombas finalmente la llevará a cabo la Agencia Balear del Agua (Abaqua), del Govern balear, a través de Codeisa, la empresa que gestiona las desaladoras de la isla y que, según sus cálculos, se podrá inyectar agua de calidad a la red «en el primer trimestre de 2019, en marzo». En todo caso, el alcalde. Josep Marí Ribas, espera que las bombas estén listas antes.

Guerrero explicó que la nueva canalización ya está terminada y sólo falta el bombeo. Ante la necesidad de culminar el proceso de suministro de agua desalada a todo el municipio, el equipo de gobierno había previsto avanzar y financiar por su cuenta la instalación de las bombas, aunque no sea de su competencia, pero finalmente Abaqua lo hará con cargo a la partida de un millón de euros que se reserva cada año para la ejecución de obras de mejora de las plantas desalinizadoras de la isla.

El PSOE y Guanyem (que se abstuvo) tumbaron, parcialmente, una moción del PP para llevar a cabo «urgentemente» un plan de inversiones para la mejora de las infraestructuras de saneamiento del municipio. El concejal del PP Javier Marí se refirió a los vertidos de fecales en ses Salines y a la falta de conexión de diversas urbanizaciones a una depuradora.

Pese a la oposición del PSOE, el PP logró, con el apoyo de Guanyem, que se aprobara instar al Consell a que convoque la mesa del agua que el Consell anunció en 2016. Lo mismo sucedió con el punto para solicitar al Govern balear y al Estado que ejecuten «sin más demora» las infraestructuras hidráulicas pendientes. Por último, sí hubo unanimidad en reclamar al Govern que el agua depurada pueda ser reutilizada

Guerrero dijo que el PP había «lanzado a los pies del caballo» a Marí, ya que, tras lograr en este mandato que el suministro de agua a las zonas de sa Carroca, Sant Jordi, Can Fita y Platja d'en Bossa sea de «muy alta calidad, incluso en verano», su grupo «debería estar haciendo la ola». También dijo que no se puede dudar de «la integridad» del alcantarillado del municipio.

Guanyem reconoció que nadie puede votar en contra de la mejora de las infraestructuras de saneamiento, pero calificó la propuesta del PP de «electoralista», mientras que, por su parte, Alternativa Insular (Al-In) defendió la necesidad de «renovar las instalaciones que han quedado anticuadas».

Paseo marítimo de Cala de Bou

Paseo marítimo de Cala de Bou

El pleno aprobó, con el apoyo de la oposición menos el PP, que se abstuvo, el convenio que se suscribirá con Sant Antoni para la construcción de un paseo en la bahía, desde Cala de Bou hasta Cala Gració. En el pleno anterior, al no obtener la mayoría absoluta, la propuesta no salió adelante. El edil del PP Javier Marí justificó la abstención de su grupo en el hecho de que, hasta que se firme el convenio con el Consell para financiar las obras (cinco de los 20 millones de euros previstos los aportará la institución insular), el acuerdo «es papel mojado ya que no se puede iniciar nada». «No vamos a ser palmeros del gobierno». El alcalde dijo que esperaba contar este mes con el convenio, pero no ha sido posible porque faltaba un informe. Se creará una comisión de seguimiento de este proyecto, con la participación de vecinos y empresarios.