El Ayuntamiento de Ibiza proyecta ampliar la flota de taxis fija con la concesión de 36 licencias más, lo que supondrá un incremento del 27% con respecto al número actual de autorizaciones para todo el año (134). Aparte, en el municipio operan 147 permisos estacionales, por lo que los nuevos 36 fijos implicarán un aumento de taxis del 13% en la temporada turística (317 vehículos en total).

El equipo de gobierno prevé otorgar las primeras 12 licencias fijas el año que viene y posponer las 24 restantes al próximo mandato. La decisión de aumentar el número de taxis se basa en las conclusiones de un estudio de la consultora estudio Imat, de noviembre de 2017, por lo que el concejal de Movilidad, Juan José Hinojo, asegura tener «fe» en que, en el caso de que se produjera un cambio político, el nuevo gobierno aumentará igual la flota de taxis: «Es un estudio el que determina que faltan taxis, no es una idea que yo haya tenido».

El equipo de gobierno contemplaba, y así lo había manifestado a los representantes de los asalariados del taxi, sacar tras el pasado verano la convocatoria de las primeras 12 licencias fijas, pero «la falta de personal» en el Ayuntamiento lo ha retrasado a 2019. «Vamos lentos, vamos asfixiados y hacemos lo que podemos», justifica Hinojo.

El estudio, que se basa en un trabajo de campo sobre el flujo de entrada y salida de taxis y en el análisis de los datos de evolución de población de residentes y turistas, concluye que actualmente el número de licencias fijas más las temporales resulta «deficitario». El análisis de flujo efectuado en tres rotondas del primer cinturón revela que aproximadamente la mitad de los taxis que circulan por la ciudad poseen la licencia de Vila. La otra mitad son de otros municipios: los de Sant Josep abarcan el 25% de la media debido a que en este municipio se ubica el aeropuerto y Platja d'en Bossa. En un día de agosto del año pasado, se contabilizaron, en cuatro franjas horarias (7 a 9 horas, 11 a 13, 18 a 20 y de 22 hasta la medianoche) el paso de 1.754 taxis por la rotonda de Joan XXIII (986 con licencia de Vila), 1.612 en la glorieta de es Gorg (736 de la ciudad de Ibiza) y 1.252 en la de ses Figueretes (621 locales). Como había 273 licencias activas en verano (139 estacionales), el ratio medio que se obtuvo era de «2,86 viajes por licencia».

Más turistas fuera del verano

El estudio añade que, desde 2013 hasta 2016, se produjo un leve descenso de residentes en el municipio del 1,7%, pero, en cambio, en este periodo, el incremento de la población turística no sólo se dio en los meses de verano, sino que se prolongó todo el año. Precisamente, las mayores subidas se registraron fuera de la temporada: marzo, con un incremento del 66%, noviembre (61%) y octubre (55%).

Estos datos ponen de manifiesto un crecimiento medio anual de viajeros del 28% respecto a 2013, por lo que el estudio plantea dos alternativas: el aumento de 36 licencias fijas (27% más), que es por la que se ha decantado el equipo de gobierno, o la concesión de 39 estacionales más, con lo que se pasaría de las 139 actuales a 178.

El concejal de Movilidad explica que la concesión de licencias estacionales «se está eternizando y ha pasado de ser algo excepcional a habitual», además de suponer «una tramitación muy engorrosa tanto para la Administración como para los propios taxis».

«No creemos que la vía adecuada sea aumentar estas licencias hasta la eternidad, en algún momento se ha de parar», resalta Hinojo, que recuerda que «se duplica la flota durante seis meses». «Para eso las damos ya fijas. En invierno se puede librar y se pueden hacer cosas, buscar soluciones», agrega, en alusión a la brusca bajada de la actividad en estos meses.