La conselleria balear de Salud ha detectado un brote de sarna en el colegio Can Raspalls, en los alrededores de Sant Jordi, según confirmó ayer María Ramos, directora general de Salud Pública. La enfermedad ha afectado, de momento, a tres alumnos de quinto curso de Primaria y a tres de sus familiares, especificó Ramos. En un primer momento se creyó que podría estar contagiado un cuarto alumno del centro, sin embargo, el médico ha descartado este cuarto caso, aseguró la directora general.

El brote se detectó el pasado 11 de octubre, cuando a la delegación de Salud Pública de Ibiza (en la avenida de España) llegaron los seis casos confirmados. En ese momento se vio que tres de los casos declarados eran de alumnos del colegio y los otros tres, de adultos, eran familiares de uno de ellos. Tras esto se alertó a la dirección del centro para que tomara medidas preventivas. Así, el colegio ha enviado una carta a las familias alertando de la situación para que lleven a los niños al médico a la primera sospecha.

Ramos asegura que, aunque se trata de una enfermedad «muy contagiosa», el tratamiento es sencillo: «Consiste en aplicar una crema en las zonas afectadas durante 24 horas y ya está. Pasado ese tiempo, aunque pueden persistir los picores durante varios días porque se trata de una reacción alérgica, ya no se contagia». De hecho, se recomendó a las familias de los niños afectados que durante esas 24 horas en las que se les aplicó la crema se abstuvieran de llevar a los pequeños al colegio. Por su comodidad y también para evitar nuevos contagios.

La directora general de Salud Pública indica que la sarna produce un «picor muy intenso», motivo por el que, al no aliviarse de ninguna de las maneras, la mayoría de las personas acaban yendo al médico. Especialmente en el caso de los niños. «Además, aparecen unos granitos», detalla María Ramos, que añade que la enfermedad suele afectar, especialmente, a los pliegues de la piel: las muñecas, las corvas o espacio entre los dedos.

La sarna, explica, se contagia por el contacto físico directo entre dos personas, por eso, matiza, los brotes suelen darse en espacios en los que la gente convive y se relaciona como colegios, institutos o residencias de todo tipo. «También puede contagiarse si se intercambia la ropa con alguien que la tiene, o a través de la ropa de cama», continúa. La directora general de Salud Pública asegura que no es una enfermedad tan poco habitual como la mayoría de la gente cree. De hecho, afirma que, en el caso de Balears, se detectan varios brotes cada año.

De la misma manera, hace mucho hincapié en que no debe asociarse la sarna con la falta de higiene, la pobreza o ambientes marginales. «Es algo muy parecido a lo que ocurre con los piojos», añade.

A las familias de los niños afectados se les ha recomendado, además de aplicarles el tratamiento tópico, lavar la ropa que hayan llevado durante los últimos días con agua muy caliente y secarla bien. Deben hacer lo mismo con la ropa de cama y las toallas que hayan empleado.

En el caso de prendas de cuero, cojines u otras piezas que hayan empleado y que no puedan lavarse, Salud les ha recomendado que las metan en bolsas de plástico cerradas lo más herméticamente posible y las dejen en ellas un mínimo de 24 horas, el tiempo necesario para que se muera el ácaro que causa la sarna.