Si algo quedó ayer patente es el interés que demuestra el sector empresarial de Formentera por estar a la vanguardia de las acciones que puedan garantizar su producto a medio y largo plazo, centrándose en la conservación del entorno. Si bien este discurso, puede parecer contradictorio con la política de mercado, en Formentera todos los sectores parecen estar de acuerdo en poner un techo turístico y regular la actividad. El sector ecologista, generalmente crítico con los criterios empresariales, está también demostrando coherencia en su discurso con datos, estudios científicos para poner de manifiesto la fragilidad del entorno de Formentera y la necesidad de su conservación. Si a esta conjunción se le une la voluntad de todos los partidos políticos locales, el acuerdo para lograr el objetivo de la sostenibilidad parece fácil. Ayer estuvieron presentes el presidente de la Pimef, Pep Mayans, de la asociación hotelera, Vicent Tur; ecologistas y biólogos, como Manu San Felix y Santi Costa, sin olvidar a los representantes del Imedea, del GEN-GOB. También hubo empresarios de hoteles de la isla y representantes de todos los partidos políticos, salvo Compromís.