El equipo formado por los arquitectos Elías Torres y José Antonio Martínez Lapeña, Premio Nacional de Arquitectura, serán los artífices del futuro Paseo Marítimo de Palma. Su propuesta, un bulevar con más de 2.000 árboles que elimina el tráfico de vehículos junto al mar, ha ganado el concurso para la reforma de esta vía, convocado por la Autoridad Portuaria que asumirá íntegramente el coste: 20 millones de euros.

La propuesta de Torres y Martínez Lapeña, junto con Typsa, es la de un paseo frondoso, con la plantación de 1.370 árboles y 780 palmeras en parterres y la creación de pasos de peatones cada cien metros, así como conexiones con El Terreno y es Jonquet.

En su paseo, los arquitectos despejan la primera línea de mar y colocan los aparcamientos de vehículos frente a los edificios, dejando unas aceras de entre siete y diez metros, en las que se podrán ubicar terrazas y a la vez permitir el paso y mantener las palmeras ya existentes.

En el otro lado del paseo, los parterres de dos metros y medio y el carril bici también separarán la circulación de los coches de la zona peatonal junto al mar.

La extensión total donde se actuará es de 149.000 metros cuadrados, desde la avenida Argentina hasta Portopí, donde el centro comercial quedará conectado por el paseo peatonal.

En un plazo máximo de cinco meses se redactará el proyecto y después se tramitará para que las obras puedan comenzar a finales de 2019 o principios de 2020, explicó ayer Joan Gual de Torrella, presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), al dar a conocer este proyecto ganador. En su opinión, el futuro Paseo Marítimo podría ser una realidad en 2020, ya que la reforma "es como una redecoración, con un pavimento diferente y árboles", por lo que calculó que en otro medio año podría finalizar. La presentación del proyecto ganador tuvo lugar ayer en la sede de la Autoridad Portuaria y contó con el alcalde de Palma, Antoni Noguera, quien manifestó estar "feliz". Además, recordó que Torres también es el artífice de la rehabilitación del Baluart del Príncep y de ses Voltes.

La propuesta ganadora, como había marcado la APB y el Ayuntamiento, implica la reducción de un carril de circulación de vehículos en cada sentido, excepto en los puntos de acceso a Monsenyor Palmer y Andrea Doria, donde la mediana se convertirá en un tercer carril para permitir el giro sin obstaculizar el resto de tráfico.

Sobre cómo afectará reducir el número de carriles, Toni Ginard, responsable de Infraestructuras de la Autoridad Portuaria, admitió que el tráfico "empeorará", pero a límites que siguen siendo considerados "aceptables".

De hecho, el estudio de movilidad asociado al anteproyecto de reforma, sostiene que los 20.000 vehículos por sentido circulatorio que actualmente pasan a diario por este paseo seguirán utilizándolo, ya que es una vía de entrada a la ciudad.

Sobre esta cuestión, Noguera afirmó que "no tiene que haber ningún tipo de alarma" y que el estudio de movilidad garantizaba que el Paseo Marítimo puede asumir un carril menos por cada sentido.

La reforma del Paseo Marítimo conllevará además la eliminación de un 40% de los aparcamientos entre el Auditòrium y la avenida Argentina. Según los datos de la Autoridad Portuaria, las 307 plazas de aparcamiento se reducen a 183.

"El espacio público que se le gana al vehículo privado sirve pues para ampliar el espacio destinado al peatón, al ciclista, al mobiliario urbano y a la vegetación", destaca el resumen del proyecto presentado.

Piscina elevada

Con el propósito de ganar más espacio para los peatones, el proyecto de reforma ganador propone elevar la piscina del antiguo hotel Mediterráneo, que actualmente está situada justo en medio del Paseo Marítimo. Torres y Martínez Lapeña la elevan hasta la segunda planta del apartahotel, mejorando la situación de la piscina y manteniendo los cuatro carriles junto a la línea de fachada. De este modo, quedaría un espacio de 40 metros frente el mar donde se podrían instalar baños públicos, chiringuitos, puntos de información municipal o del puerto, pérgolas, además de parterres y vegetación arbustiva...

En caso de que no sea posible, los arquitectos proponen un trazado alternativo que respeta la actual ubicación de la piscina.

Aparcamiento a la espera

Sobre el anunciado aparcamiento subterráneo ante la Llotja, Gual de Torrella comentó que este proyecto está paralizado, aunque sigue habiendo la necesidad de contar con aparcamientos disuasorios que reduzcan el número de coches que entran en Palma. Si sigue adelante este aparcamiento, al que se oponen entidades ciudadanas y arquitectos, se decidirá a partir de mayo del próximo año y dependiendo de las alternativas que pueda haber, añadió el presidente de la APB.

En relación a los aparcamientos disuasorios, Noguera recordó que el de Marquès de la Sènia tiene vacantes y que con la rehabilitación de s'Aigo Dolça también se incluye un parking, además de los que proyecta en las zonas de Gesa y de CLH en Portopí.