El equipo de gobierno de Vila cerrará este mandato con un presupuesto de 62 millones de euros, que, con un incremento de casi el 7% con respecto al del año anterior, se convierte en «el más alto de la historia», según han explicado esta mañana el alcalde, Rafa Ruiz, y la concejala de Economía y Hacienda, Estefanía Torres, quien asumió hace unos meses este cargo en sustitución del dimisionario Alfonso Molina. Satisfecho con las previsiones económicas del año de las elecciones, el alcalde ha destacado la labor de la nueva concejala de Hacienda. «Cuando la nombré [para relevar a Molina] no pensaba que rendiría tan bien. Por eso quiero hacer un reconocimiento a todo el trabajo que ha hecho, que es mucho, tanto la concejala como el equipo de los servicios económicos», ha dicho Ruiz.

El incremento del presupuesto también repercute en un aumento «sustancial» del capítulo de inversiones, también «el más alto» que ha tenido nunca la institución, según el alcalde, y que asciende a 8,1 millones de euros, casi 1,5 millones más que en ejercicio anterior, según Torres. Además, el gasto reservado para inversiones se sitúa en el 13% del cómputo global del presupuesto, cuando, en 2015, ha remarcado Ruiz, el último del gobierno anterior del PP, se situaba en la mitad (5,8%). Ese año las cuentas de partida del Ayuntamiento eran de 50 millones de euros.

Las principales inversiones se destinan a la reforma del paseo de ses Figueretes, con un total de 1,5 millones de euros, de los cuales casi 800.000 euros proceden del impuesto del turismo sostenible y 300.000 del Consell de Eivissa. Se reserva otra partida de 600.000 euros para el proyecto de la Casa de la Música y 300.000 para el Centro de Acogida Municipal. Además, se proyecta una inversión de dos millones en euros en diversas actuaciones sobre el patrimonio, como el mantenimiento de las murallas, la reforma de la plaza de España y la recuperación de Can Casals, entre otras. Otra partida genérica importante, que asciende a 1,7 millones, se destinará a intervenciones en vías públicas como mejora de aceras o eliminación de barreras arquitectónicas, así como un plan de caminos escolares.

La concejala de Hacienda también ha destacado la partida de 560.000 euros prevista para la creación y mejora de parques infantiles, además de la de 250.000 eros para la instalación del mercado provisional para que, mientras se construye el nuevo, «no cese la actividad». Asimismo, se mantiene una partida de 450.000 euros para que los ciudadanos escojan qué proyectos se pueden desarrollar.

Aparte de apuntar el incremento de diversas partidas destinadas a ayudas sociales, el alcalde también ha destacado la nueva línea que se ofrecerá a los jóvenes del municipio para el pago (hasta un 40%) del alquiler de la vivienda. Se destinará a ello una partida de 100.000 euros, que será complementaria a las ayudas que ya ofrece el Govern balear. «Queremos ayudar a los jóvenes a que puedan independizarse porque actualmente es un drama la búsqueda de una vivienda», ha dicho.

Torres ha resaltado la eliminación de la deuda y el incremento de los ingresos propios del Ayuntamiento por impuestos directos y tasas, que, ha subrayado, «no suben». El aumento se debe a «la mayor actividad económica», con la apertura de establecimientos y terrazas. En total, el Consistorio prevé recaudar un total de 45 millones de euros por estos conceptos.

El presupuesto no prevé este año ningún incremento de la plantilla, tal como determina la Ley Montoro, según ha dicho el alcalde, pero se ha aplicado una subida salarial del 2,8%, que es la pactada por el Gobierno central con los sindicatos.