Paco Costa, Marc Costa, Toni Palau y Vicent Amengual aterrizarán en Ibiza, procedentes de Barcelona, 40 horas más tarde de lo previsto. Salían de Barcelona, después de pasar la semana trabajando en el Salón Náutico, a las 19.50 horas con un vuelo de Vueling que, tras varios retrasos, cambios de puerta y después, incluso, de embarcar a los pasajeros y de rodar por la pista, se canceló de forma definitiva.

«El avión dio la vuelta y volvimos a cocheras. Pasaba de la medianoche y el comandante nos dijo que tenían que cancelar el vuelo porque llevaban muchas horas de vuelo e incumplirían la ley», explica Paco Costa, uno de los más de cien pasajeros del vuelo afectado. «Había familias y muchos niños, alguno de ellos enfermo. Si sabían que lo iban a cancelar, ¿por qué no lo dicen antes?», lamenta el pasajero, a quien Vueling ha recolocado en un vuelo de mañana a las 9.25 horas. Todos han tenido que pasar hoy el día en Barcelona, con los gastos que ello supone: dos noches de hotel y todas las comidas del día de hoy. Además de perder hoy el día de trabajo.

Niños durmiendo en colchonetas

Ayer por la noche fue imposible reclamar, indica. Frente a los mostradores se agolpaban «centenares de personas» que se encontraban en la misma situación. Entre ellos, Xavi Costa, que venía en el mismo vuelo con sus dos hijos. Cuando consiguió hablar con Vueling le dijeron que no había hoteles disponibles en Barcelona esa noche, pero que habían habilitado una sala con colchonetas y mantas para los niños.

Este ibicenco, que ha pasado la noche en el aeropuerto, indica que en esa sala improvisaba durmieron alrededor de quince pequeños. También ellos pierden hoy el día, ya que la compañía no les ha encontrado plaza hasta el vuelo de mañana a las 7 horas. Esta noche la pasarán en un hotel de Viladecans, en las afueras de Barcelona. Han recibido indicaciones para que conserven todos los tiques, para futuras reclamaciones.

La T2, "abarrotada"

A las 23.30 horas, mientras aguardaba en la cola de los mostradores de Ryanair, Berta Lartuna ya compraba un billete de Vueling para regresar a Ibiza esta tarde. Cuando ayer por la tarde llegó al aeropuerto ya vio que muchos vuelos estaban cancelados y que la T2, de la que salen los vuelos de la compañía irlandesa, estaba «abarrotada».

Cuando cancelaron su vuelo recibió un mensaje en el que les comunicaban que podía escoger entre el reembolso del billete o la reubicación. «La web no funcionaba», indica Lartuna, que en ese mismo momento comprobó que había plazas disponibles hoy y como estaban bien de precio (30 euros), compró una. En su caso no ha tenido que pagar hotel, ya que es de Terrassa y se ha quedado en casa de su familia. Pero sí tuvo que pedirle a su padre que la recogiera en el aeropuerto porque «el tren y los autobuses estaban colapsados».

Embarcar, desembarcar y volver a embarcar

Los pasajeros que volaban ayer por la tarde de Ibiza a Barcelona tampoco se libraron del caos aéreo. Ramon Vila y Silvia de Vicente partían con el Ryanair de las 17 horas, pero no aterrizaron en Barcelona hasta las once de la noche. Primero fueron 45 minutos de retraso, luego, a las 19 horas, cuando ya estaban en el interior del avión, les llegó un mensaje al móvil advirtiéndoles de que la llegada estaba estimada para las 22.50 horas.

Tras más de una hora en el aparato, les hicieron desembarcar para volver a embarcar, de nuevo a las nueve de la noche, con el tiempo justo para un piscolabis rápido que la compañía no les pagó. El vuelo, explican, partió medio vacío ya que muchos pasajeros aceptaron la oferta de Ryanair de quedarse en tierra y devolverles el dinero del vuelo.

El temporal de la noche de ayer obligó a suspender cinco vuelos con salida de Ibiza a Barcelona y otros cinco en sentido inverso y cientos de pasajeros han quedado en tierra y muchos de ellos no podrán regresar hasta mañana.

Cuatro de los vuelos cancelados en cada uno de los aeropuertos correspondían a la compañía Vueling y el otro a Ryanair. Al coincidir con el último día del puente del Pilar y con el Salón Náutico de Barcelona, se han visto afectados centenares de pasajeros. El primer trayecto cancelado fue el vuelo de Vueling con salida de Barcelona a las 20.50 horas de ayer, cuyos pasajeros llegaron a embarcar a medianoche y, tras una hora dentro del avión, se les comunicó que, finalmente, debían abandonar la nave porque la tripulación había superado su horario laboral.

Buena parte de estos pasajeros tuvo que pasar la noche en el aeropuerto de El Prat después de que la compañía les informara de que no quedaban plazas disponibles en los hoteles de Barcelona ni en las cercanías. Tan sólo se habilitó una sala con mantas y colchonetas para que pudieran dormir los niños.

El servicio entre El Prat y el aeropuerto de Ibiza ya ha quedado restablecido, pero buena parte de los pasajeros afectados no podrá tomar su vuelo de regreso hasta esta noche o mañana por la mañana.