Las contrataciones indefinidas vuelven a ganar este año el pulso a los trabajos más precarios. De enero a septiembre se firmaron en las Pitiusas un total de 15.340 empleos indefinidos, un 15,5% más que hace un año, mientras que por trabajos cuya duración es inferior a un mes se rubricaron 10.834, un 13,2% menos que en el mismo periodo de hace un año.

Si se repasa lo sucedido en los últimos años, se comprueba que el panorama laboral ha dado un importante vuelco desde 2016. Hasta entonces, las contrataciones por menos de 30 días superaban a las de indefinidos. Hace tres años casi se igualaron: hubo, en los nueve primeros meses del año 2016, 10.202 contratos indefinidos y sólo 150 más por una duración inferior a un mes. Ya el pasado año, los fijos superaron (800 más) a los empleos más precarios, una distancia que en 2018 se ha incrementado de manera considerable: los indefinidos ya suman 4.500 contratos más.

Los datos laborales del mes de septiembre confirman esa tendencia. Mientras los indefinidos (1.090, el mayor número registrado este mes durante la última década) aumentaron un 25,3% respecto a hace un año, aquellos empleos por una duración inferior a un mes (1.776) se redujeron un 17,7%.

Más empleo pero menos contratos

Para Llorenç Pou, director general de Ocupación y Economía del Govern balear, estas cifras demuestran que «se está consiguiendo aumentar el empleo sin tener que incrementar el número de contratos. Hay ahora más indefinidos y menos temporales, y, por tanto, menos rotación laboral». Se recogen así, a su juicio, «los frutos de la actuación del Ejecutivo desde el cambio de legislatura, cuando se pusieron en marcha los planes de lucha contra la precariedad laboral».

Pou, que además es profesor titular de Economía Aplicada en la Universitat de les Illes Balears (UIB), subraya que lo que está sucediendo en las Pitiüses y, por ende, en Balears, es «un elemento singular de estas islas». «Siempre -añade- se nos ha repetido el mantra de que en España, irremediablemente, más empleo implica que crezca el trabajo temporal. Ahora, en este país crece el empleo indefinido, pero a la mitad del ritmo balear, mientras sigue subiendo el temporal. Eso ha motivado que el Gobierno de España haya copiado el plan de Balears y lo haya exportado a todo el país».

Más fijos-discontinuos

De los 1.090 contratos indefinidos contabilizados en septiembre en las Pitiusas, la mayoría, 660, fueron fijos-discontinuos, un 25% más que hace un año y la mayor cantidad, junto a los 712 de 2015, registrada en estas islas durante ese mes. Pero además hubo 336 indefinidos a tiempo completo, cinco menos que en 2017, y 94 indefinidos a tiempo parcial, 13 más que hace un año.

Precisamente, tras conocerse el pasado martes los datos de coyuntura laboral, la secretaria de Acción Sindical del sindicato UGT, Ana Landero, advirtió al conseller de Trabajo, Iago Negueruela, y a Llorenç Pou que está «muy bien batir récords de fijos discontinuos, pero que es el momento de apostar por contrataciones indefinidas todo el año». Para Pou, «es evidente que en una economía turística, la principal figura laboral sea la del fijo-discontinuo, pero lo relevante es que ese tipo de contratos ya suponen una seguridad de llamamiento de cara al año siguiente». Según el director general de Ocupación, «hay que tener en cuenta que se está alargando la temporada turística, lo que permite que esos contratos se prolonguen por las colas y permitan a los trabajadores acceder a mayores prestaciones por desempleo».

Menos precariedad

A su juicio, «de esa manera se está empezando a revertir la precariedad, pues se traslada a los trabajadores el crecimiento económico en términos de mayor seguridad laboral».

Respecto a los nubarrones económicos que se ciernen en el horizonte cercano, como el bréxit o las posibles crisis financieras derivadas de la excesiva deuda soberana de algunos países, Pou les resta importancia: «Estamos en unos niveles de crecimiento muy importantes que nos permiten visualizar un futuro positivo. Los indicadores de rentabilidad turística son elevados. Hay que estar atentos a la evolución del contexto internacional, pero parecen menos preocupantes en Balears que en el resto de España».