La jueza del Juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, ha condenado a un vigilante de seguridad de una discoteca situada en Platja d'en Bossa a tres meses de prisión por arrojar escaleras abajo a un cliente al que, según la sentencia, causó lesiones que tardaron en curar tres meses, dos de los cuales la víctima no pudo trabajar. Además, la compañía aseguradora de la discoteca deberá indemnizar a la víctima del vigilante de seguridad con 6.898,90 euros.

El día del juicio, celebrado en Ibiza el pasado 10 de septiembre, el acusado negó los cargos y dijo que el denunciante estaba tan borracho que se cayó solo por las escaleras. De hecho, el portero aseguró que se cayó varias veces, y que le echó del local por la gran borrachera que llevaba. Contra la sentencia se puede presentar recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.

A la hora de dictar sentencia, la jueza ha tenido en cuenta la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas, lo cual ha reducido el tiempo de condena, ya que los hechos ocurrieron el 3 de agosto de 2011.

De hecho, el Ministerio Público reclamaba para el acusado una pena de dos años de prisión por la presunta comisión de un delito de lesiones, mientras que la acusación particular elevaba su petición hasta los tres años.

Por su parte, los abogados de las defensas, es decir, del vigilante de seguridad y de la compañía de seguros, pidieron la absolución del acusado, si bien reclamaron que, en cualquier caso, se tuviera en cuenta la tardanza de más de siete años en llevarse a cabo la vista oral.

Según se explica en la sentencia, aquella noche de agosto de hace siete temporadas el acusado ordenó a la víctima que abandonara el local, y cuando ambos se encontraban en la puerta, «[el portero] le propinó un fuerte empujón que provocó la caída del hombre desde los escalones de entrada del local contra la acera».

El acusado admitió que condujo al hombre hasta la entrada del establecimiento agarrado por la cintura, pero negó haberle empujado y que, en consecuencia, cayera por la escaleras por este motivo. Sin embargo, la jueza rechaza la versión del portero y considera que en el juicio quedó desvirtuada por los testimonios de la víctima y de las dos chicas que le acompañaban, que declararon en el mismo sentido que el denunciante.

Según los testigos, la víctima se cayó al suelo cuando estaba intentando sentarse en un taburete, lo que hizo que el portero le dijera: «¿Qué quieres, que te rompa la cabeza?». Después, según los testigos, lo llevó hasta la puerta y lo empujó, lo que hizo que cayera al suelo y se causara lesiones en un hombro.

Entonces, el denunciante llamó a la Guardia Civil y presentó una denuncia, a la que adjuntó el parte médico, que acreditó los daños sufridos en un hombro, un codo y la caja torácica.