El conseller balear de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, también reconoció ayer en el Parlament balear parte de culpa por los vertidos de aguas fecales en las fincas agrarias de Prat d'en Fita, en el Parque Natural de ses Salines, por lo que, además de manifestar su «preocupación» por la situación, pidió «disculpas». En respuesta a una pregunta de la diputada del PP María José Ribas sobre las fugas de fecales en el espacio protegido, Vidal aseguró que asume su «parte de responsabilidad» al no estar la depuradora de Can Bossa al «nivel de excelencia» que querría.

Acto seguido, recordó que el Ayuntamiento de Sant Josep ha reconocido su culpa por la entrada de aguas pluviales en el colector, cuando las dos redes están separadas, lo que provoca que, cuando llueve con intensidad, el caudal que llega a la depuradora aumente considerablemente y se colapse el sistema: saltan las tapas de los pozos de registro y se inundan los campos de cultivo de aguas pestilentes que arrastran toallitas y otros residuos.

El conseller destacó que la investigación anunciada por el alcalde, Josep Marí Ribas, para averiguar en qué tramo del colector se infiltran las pluviales se hará «de forma conjunta». También reconoció que «no es fácil, ni un problema nuevo». «Pero hemos afrontado muchos retos esta legislatura. No damos la espalda a los problemas», resaltó.

Vidal puso como ejemplos el caso del bombeo de Punta Xinxó, la puesta en marcha de la depuradora de Cala Tarida y la desaladora de Santa Eulària o la sustitución del emisario de Talamanca. «Ustedes no hicieron nada la pasada legislatura», echó en cara el conseller a Ribas, al tiempo que dio la «bienvenida» al PP por «preocuparse por el Parque Natural».

Mucha presión humana

Asimismo, Vidal dijo que el Parque Natural sufre «mucha presión antrópica» y que los problemas que afectan a los estanques de sa Sal Rossa «se van afrontando». «Para eso se ha recuperado a la gente que lo está haciendo», remarcó, en referencia a los recortes del personal técnico que llevó a cabo el PP la pasada legislatura.

El informe de la consultora Duna Baleares encargado por un grupo de propietarios afectados por los vertidos apunta que la contaminación de fecales habría llegado hasta los estanques de sa Sal Rossa a través del torrente de Ca na Parra, que desemboca en esta área, afectando probablemente a la fauna protegida.

El conseller comentó que dicho informe le merece «respeto», pero que por lo que ha «oído» no contiene «analíticas» de muestras de agua o tierra tomadas en los estanques. El estudio se basa, en cambio, en los análisis de siete muestras (cinco de agua y dos de tierra) de las fincas agrícolas de Prat d'en Fita, que revelan un elevado grado de contaminación por fecales. «Nosotros lo haremos con nuestros medios, con la información que obtengan nuestros técnicos, que son los responsables de la conservación de este espacio. Evidentemente, si hay impacto, actuaremos», remarcó el conseller para concluir su intervención.

Previamente, la diputada del PP recriminó a Vidal que haya transcurrido un tiempo desde que, en agosto, se revelaron los primeros vertidos sin que haya asumido su responsabilidad ni ofrecido solución alguna. Así, Ribas recordó que la depuradora, que es competencia de la conselleria balear de Medio Ambiente, es la que «provoca los vertidos, aunque sea por el exceso de caudal del colector que le llega cuando llueve». También resaltó que el informe de Duna Baleares destaca que estos vertidos provocan «un grave problema de salud pública». «No hemos visto ningún interés por su parte, ni ha venido a la isla para interesarse por el problema ni se ha reunido con los vecinos afectados. Menos mal que lo ha hecho el alcalde», criticó.