El motor pitiuso baja de revoluciones, aunque sigue a ritmo de crucero. El informe de 'Evolución económica' del segundo trimestre del año, presentado ayer por la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), subraya que «el crecimiento de la economía pitiusa se ralentizó entre los meses abril y junio hasta situarse en el 3,4% interanual, cuatro décimas por debajo del avance del primer trimestre (3,8%)». Se «modera el avance», si bien Ibiza y Formentera siguen a la cabeza de la Comunitat Autònoma como «el territorio insular que más crece».

La CAEB considera que esa moderación en el crecimiento (que no deja de ser alta) es consecuencia de «la progresiva normalización que está experimentando la actividad turística». Las Pitiüses han acusado «de manera más acentuada el estancamiento de la llegada de turistas en el segundo trimestre».

El estudio de la CAEB subraya que esa moderación se ha trasladado al empleo, que también «se ralentizó de manera significativa durante el segundo trimestre en las ramas vinculadas a la actividad turística (creció un 5,4% frente al 13% del primer trimestre), incluso con mayor intensidad que en el ámbito regional (3,7% frente al 7,3% balear)».

Y eso ha «condicionado la evolución de la afiliación de trabajadores en el ámbito del sector servicios y, por extensión, en el conjunto del tejido productivo pitiuso». Se ha producido «en un contexto en que los sectores de la industria y la construcción han evidenciado un menor tono que en el resto del archipiélago balear».

En el sector del ladrillo, por ejemplo, la afiliación de trabajadores (con incrementos del 3,1%, que no están nada mal) «ha progresado en términos similares a los del trimestre anterior (3%), ajena, así, al mayor dinamismo que ha mostrado en el resto del archipiélago» (con aumentos del 7% en el segundo trimestre y del 6,6% en el primero).

Inversión moderada

«La ralentización del ritmo de crecimiento -matiza el informe de 'Evolución económica' de la CAEB- responde, en gran medida, al empuje más moderado de la inversión». Es la conclusión que extrae de la evolución de la afiliación empresarial, «cuyo avance en el segundo trimestre (2,4%) es inferior al del primer cuarto del año (4,3%)», incluso más que en el conjunto regional». Esa tendencia, subraya, «es extensiva a la totalidad de los sectores del tejido productivo pitiuso, si bien se da con mayor intensidad en el ámbito de los servicios», donde del aumento del 3,9% en el primer trimestre se ha pasado al 2% en el segundo.

No obstante, hay que tener en cuenta que el periodo en el que más aumentaron los cotizantes a la Seguridad Social en las Pitiüses durante los últimos años ha sido, precisamente, el de la temporada, mientras que aún le queda un amplio margen de crecimiento durante el periodo invernal.

La asociación empresarial estima que «el menor empuje de la demanda de inversión se aviene con el carácter más contenido que ha mostrado la confianza del empresariado de Ibiza y Formentera en comparación con ejercicios precedentes». Así, el balance de situación relativo a la marcha del negocio durante el segundo trimestre «refleja un saldo (12,1 puntos) inferior al del año pasado (16,5 puntos) y al de 2016 (20,7 puntos)». Y el saldo de expectativas de cara al tercer trimestre, que es de 19,9 puntos, se ha situado «ligeramente por debajo del observado un año antes (25,5 puntos), toda vez que el porcentaje de establecimientos que prevé una marcha favorable se ha reducido» (un 29,8% cree que mejorará, frente al 34% de 2017). La proporción de los «que la intuyen desfavorable se ha incrementado de manera leve» (9,9% en la actualidad, cuando en 2017 era de un 8,5%).

Consumo moderado

La desaceleración también afecta al consumo de los hogares, que «ha evidenciado una suave tendencia a la moderación, en sintonía con la tónica manifestada en el ámbito de la Comunitat Autònoma». Lo demuestran los descensos de la demanda eléctrica y del volumen de mercancías descargadas en los puertos de Ibiza y Formentera, a juicio de la CAEB.