Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de la comisaría de Ibiza han detenido a cinco jóvenes a los que se acusa de ser los autores de los asaltos, mediante el método del alunizaje, de dos oficinas bancarias de Ibiza, la Banca March situada en la esquina de la avenida Bartomeu de Roselló con la calle Ramón y Cajal, en Vila, el 19 de agosto; y la Caixa de la avenida Joan Carles I, frente a la entrada del puerto deportivo de Marina Botafoch, el 26 de agosto, justo una semana después. En el primer atraco el botín alcanzó los 50.000 euros, mientras que en el segundo se llegó a los 150.000.

Desde la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía informaron de que tres de los cinco detenidos formaban parte de un grupo desarticulado en 2015 al que se le imputaron 32 robos con fuerza. Estaban en libertad provisional y a la espera de juicio.

Los agentes de la Policía Nacional pusieron a los cinco detenidos a disposición judicial el pasado sábado por la mañana. El juzgado de guardia envió a prisión provisional sin fianza a cuatro de ellos, mientras que el quinto quedó en libertad con cargos, confirmaron fuentes judiciales.

La Policía Nacional destacó ayer, a través de un comunicado, que la labor de investigación resultó espacialmente complicada por lo novedoso que resulta en Ibiza el modus operandi empleado por el grupo, es decir, el método del alunizaje.

«Los miembros del grupo criminal contaban con una gran especialización a la hora de cometer los robos, y disponían de una estructura muy trabajada, reflejada en la gran labor de coordinación y planificación de sus acciones delictivas, perfectamente sincronizadas», remarcó la Policía Nacional.

Los días previos a los golpes, los ladrones sustraían vehículos y cambiaban las placas de matrícula por otros de la misma marca y modelo con fin de dificultar su identificación. Controlaban los movimientos del personal de la entidad bancaria, así como la actividad que realizaban, buscando el momento idóneo para cometer el atraco, que era cuando había mayor disponibilidad de dinero en el interior de la oficina. Utilizaban los vehículos para estrellarlos contra la fachada de las sucursales y, de esta forma, conseguir una vía de entrada rápida con acceso directo al lugar donde se encontraba el dinero.

Una vez perpetrado el robo, huían a gran velocidad en vehículos de gran potencia o en motocicletas. Los vehículos estaban preparados junto al banco. Los atracadores establecían un plan de fuga que contaba con apoyo logístico con el fin de evitar posibles controles policiales. Después abandonaban el vehículo utilizado para su escapada. En el caso del asalto a la Caixa, llegaron incluso a incendiar el vehículo en el que huyeron, un todoterreno Mercedes ML 420CDI valorado en 50.000 euros.

Registros y detenciones

Los agentes de la UDEV efectuaron las detenciones el jueves de la semana pasada. Los investigadores realizaron al mismo tiempo cuatro registros en domicilios de la isla y en un local comercial. La Policía también intervino seis vehículos, uno de los cuales estaba denunciado como robado, así como dinero en efectivo y material relacionado con los robos, señalaron desde la comisaría.