Hace 25 años

Hace 25 añosLos vecinos del paseo marítimo de Eivissa denunciaron ante Aviación Civil que un par de helicópteros utilizaban un descampado situado en un solar de la zona para aterrizajes y despegues. Aquel terreno se había convertido durante el verano en una especie de helipuerto. Y pese a las denuncias, todo el mundo «se había lavado las manos». Según informó Diario de Ibiza, uno de los usuarios de esos aparatos tenía amarrado un barco en el cercano puerto de Ibiza Nueva, que además era propietaria de ese solar.

El 21 de septiembre, el teniente de alcalde de Formentera, el socialista Bartomeu Ferrer Marí, presentaba su dimisión «por respeto al orden democrático establecido». Y tras habérselo exigido su propio partido. Lo hacía después de una sentencia que le consideraba culpable de un delito de insultos, injurias y amenazas contra el exedil Antonio Calafat. Fue condenado, además, a un mes de arresto mayor, y a pagar una indemnización de 50.000 pesetas.

Se anunció, además, que los reyes, Juan Carlos y Sofía, visitarían oficialmente Eivissa en 1994, momento que el Consistorio de Vila quería aprovechar para inaugurar el parque del Portal Nou, según dijo el alcalde, Enrique Fajarnés.

Hace 50 años

Hace 50 añosNuevo gobernador civil. Víctor Hellín Sol se convertía aquellos días de septiembre de 1968 en el nuevo gobernador civil de Balears. El ilerdense había sido uno de los primeros afiliados de Falange y, como tal, por haber sido además partícipe del golpe de Estado, había sido encarcelado en cuanto estalló la Guerra Civil. Ya había sido gobernador de Zamora y Girona. Y después de Balears lo sería de Sevilla.

Montserrat Tresserras renunciaba definitivamente a nadar entre la Península y Eivissa debido al mal tiempo reinante, se constituía la asociación de vecinos de sa Capelleta «para llevar a cabo el proyecto de urbanización» de ese barrio (alcantarillado, pavimentación asfáltica, aceras y alumbrado) y media Eivissa se escandalizaba por un artículo de María Teresa Dolset en el que se hablaba de lo fácil que era encontrar drogas en Eivissa. El mayor indignado era Es Diari, que pedía «una justa reparación al daño inferido a la isla».

Hace 75 años

Hace 75 años El aniversario de la liberación. El 19 de septiembre de 1943 fue publicado un artículo, firmado por un excautivo del periodo del dominio republicano de la isla durante la Guerra Civil, que contenía un párrafo muy interesante. Antón de la Ermita, su pseudónimo, relataba cómo aquella «noche prolongada durante semanas interminables» de agosto y septiembre, «se profanaron templos», eran «escarnecidos, encarcelados y asesinados» sacerdotes, y «las personas seglares eran tachadas de ´fascistas´». El autor subrayaba la palabra fascista por considerarla un agravio. Aquellos inocentes que el 13 de septiembre fueron ametrallados en el Castillo no sólo no eran para el autor fascistas, sino que, además, calificarlos de esa manera era improcedente. Cabe recordar (e insistir, pues la memoria es frágil y es fácil dejarse llevar por la propaganda) que ninguno entre el centenar de asesinados por los republicanos entre el 8 de agosto y el 13 de septiembre había cometido delito de sangre. Es decir, ya por entonces existía esa tendencia a calificar de facha a cualquiera que no fuera declarado izquierdista. El Ayuntamiento instó, mediante un anuncio, a conmemorar el 20 de septiembre «la liberación de la isla por las gloriosas tropas nacionales» (algunos de cuyos componentes también se extralimitaron y provocaron, en venganza, otra matanza) engalanando balcones con colgaduras.

Hace 100 años

Hace 100 años El celoso cabo Andrade. Es Diari alabó el 20 de septiembre de 1918 al «celoso cabo de la guardia municipal, señor Andrade» por decomisar seis gallinas que un hombre trataba de sacar de la isla de hurtadillas, dentro de un saco y en un vapor. Tres días después volvía a «elogiar el celo» de Andrade, que volvió a intervenir tres gallinas y dos gallos que «trataban de embarcar clandestinamente en el vapor correo». No de motu proprio, sino alguien interesado en hacer negocio. Días antes, el 18, se avisaba de que «con absoluta certeza» el día 24 llegaría a su isla natal Jaume Cardona Tur, obispo de Sión. Y tras él, la epidemia de gripe, que ya hacía estragos en España y que sembraría de muerte las Pitiüses.