Los vertidos de aguas fecales que se han producido este verano en es Prat d'en Fita, en ses Salines, han echado a perder una cosecha en entre 4.000 y 5.000 kilos de hortalizas, según Mariano Ribas, antiguo mayoral de la finca de sa Torre Blanca, la única de las afectadas que cultiva este tipo de productos. El resto tienen cultivos de secano.

No es la primera vez que se pierde parte de la cosecha de esta finca, de 10 hectáreas de superficie, por culpa de los vertidos de aguas residuales, pero según Ribas, que reside desde hace 50 años en la vivienda de sa Torre Blanca, «nunca como en esta ocasión». De hecho, hace dos años se amplió la zona de siembra porque se pensaba recoger la cosecha «antes de la llegada de las lluvias». Tres personas trabajan en esta finca, cuya producción se comercializa.

Ahora, aparte de la pérdida de la cosecha, en esta zona afectada por las inundaciones de fecales no se podrán sembrar hortalizas durante un periodo de al menos dos años, lamenta Ribas.

El análisis de varias muestras de tierra de la zona afectada por las inundaciones revela un nivel de contaminación «muy intenso», que incluso, en algunos casos, presentan «unos niveles de contaminación fecal muy superiores a los que tienen los lodos de depuradora».