El Consell Insular requirió ayer al Ayuntamiento de Sant Josep, mediante un decreto, para que suspenda la ejecución de la licencia de demolición de la Casa van der Driesche. La medida cautelar fue adoptada por el Consell a raíz del recurso de alzada presentado por el Col·legi Oficial d´Arquitectes de les Illes Balears (Coaib) ante la decisión de la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico Artístico (Ciotupha) del pasado 2 de agosto en la que se denegaba la calificación como Bien de Interés Cultural (BIC).

De esta forma, el Consell paraliza el derribo de la vivienda mientras estudia el recurso presentado por los arquitectos. Para ello se ampara en el artículo 23 de la Llei de Patrimoni Històric de les Illes Balears, que permite al Consell preservar los valores culturales de un bien inmueble, «impidiendo cualquier obra o intervención en bienes integrantes del patrimonio histórico no declarados de interés cultural, ni catalogados». Además, el texto permite al Consell que requiera del Ayuntamiento tomar las medidas necesarias y si no lo hace, podrá «adoptarlas subsidiariamente»

El escrito del Coaib muestra su desacuerdo con el informe jurídico, el cual, aseguran, «no se opone a la declaración de bien catalogado». Pero también muestra su desacuerdo con el informe de patrimonio, que consideran «menosprecia» los valores patrimoniales y culturales de la casa.

Informes

Para justificar su postura, el recurso incluye varios informes, entre los que están el de la Fundación Docomomo Ibérica (organismo de prestigio dedicado a la documentación y catalogación de arquitectura moderna); el del catedrático de arquitectura de la Politécnica de Madrid Gabriel Ruiz Cabrero; el de la catedrática de Historia de la UIB Catalina Cantarellas, o el del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (Cscae). Todos a favor de la protección.

Esta vivienda fue diseñada por los arquitectos José Antonio Martínez Lapeña y el ibicenco Elías Torres, que recibieron el Premio Nacional de Arquitectura 2018. La obra se realizó entre 1969 y 1973.

La casa, propiedad de la empresa PC7 s.l., y que ha sido explotada como vivienda de alquiler turístico, se encuentra incluida en el catálogo de bienes patrimoniales del Ayuntamiento de Sant Josep que está a punto de terminarse. En dicho documento cuenta con el grado A de protección, que es el más alto.

Catálogo de patrimonio

Según confirmó el concejal de Urbanismo de Sant Josep, Ángel Guerrero, este catálogo «podría llevarse a pleno para su aprobación el mes que viene». Una vez se apruebe dicho catálogo, el Ayuntamiento podrá estudiar qué tipo de protección puede darle a este y a otros bienes. «En el catálogo no sólo está esta casa, hay muchos otros bienes que se deben proteger y que no queremos que nos pase como con esta», explicó Guerrero.

Además, el concejal de Sant Josep explicó que el Ayuntamiento trató de localizar a los propietarios durante el día de ayer, para notificarles que no podían hacer obras por el bando turístico. La casa se encuentra a escasos metros de un hotel y por tanto estaría bajo la prohibición de hacer obras en temporada turística hasta el próximo 15 de octubre.

Por otra parte, esa zona de Cala Molí se encuentra afectada por una moratoria adoptada por el Govern que impide construir en áreas donde no existan los correspondientes servicios municipales, como son el abastecimiento de agua, la urbanización o la instalación del servicio de saneamiento. Por tanto, aunque se derribe la vivienda, no podrá construirse nada nuevo en los próximos años.