Aunque hoteleros y sindicatos coinciden en afirmar que la bajada turística de los meses de julio y agosto de este año no representa ningún drama, lo cierto es que esta caída ha afectado a todas y cada una de las nacionalidades extranjeras que envían turistas a las Pitiusas, al menos las diez más importantes. Sólo los españoles han aumentado en número, pero no han podido compensar la bajada generalizada de todos los demás países, hasta dar como resultado una pérdida del 3,84% en la entrada de pasajeros aeroportuarios en julio y un 2,76% en agosto.

La bajada más significativa, por el elevado contingente que representa en números absolutos, corresponde a los británicos. Durante el mes de julio, según los datos de llegadas de AENA, su afluencia bajó un 7,22%, pasando de los 198.981 que llegaron en ese mes de 2017 a los 184.605 que aterrizaron en 2018. En agosto la situación no fue tan acusada, pero la bajada fue igualmente evidente: un 4,25% de descenso. Se pasó de 197.300 viajeros a 188.912.

El segundo mercado extranjero en importancia en Ibiza, el italiano, bajó un 1,53% en julio, pero un 4,98% en agosto.

Los alemanes han retrocedido de forma más visibles, pues en julio perdieron el 7,5% de los turistas que habían llegado en el mismo mes del año anterior y en agosto se dejaron otro 5,8%.

Llama la atención el comportamiento de los holandeses, mercado emergente desde hace unos años que ha ido subiendo de forma imparable a lo largo de todo el año. Sin embargo, en julio esta nacionalidad perdió un 5% de sus turistas y en agosto bajó un 4,59%.

En medio de este panorama de caídas generalizadas, sólo el turismo español (el más importante de la isla) presenta un crecimiento respecto a julio y agosto del año anterior. Durante el mes de julio subió un 5,25% y en agosto, un 5%. Estos datos contrastan con los ofrecidos hace pocos días por Frontur, que indicaban una bajada del 7,2% en el turismo nacional en julio.

Un 2,24% más en todo el año

Sin embargo, el hecho de que los demás meses de la temporada (mayo, junio y, al parecer, septiembre) arrojen resultados más satisfactorios resta toda preocupación a los empresarios. De hecho, las cifras del aeropuerto demuestran que, en lo que va de año (del 1 de enero al 31 de agosto, en concreto), la llegada de turistas ha subido un 2,24%. El resultado final del año dependerá de los datos que arrojen los meses de septiembre y octubre. El vicepresidente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif), Juanjo Riera, confirmó ayer a este diario que septiembre está «funcionando bien y se prevé que octubre vaya de la misma manera».

Otros dirigentes de la patronal hotelera y del mundo empresarial ibicenco destacaron que un factor que debe tenerse en cuenta de cara a los próximos veranos es el desenlace que tendrán las negociaciones sobre el Brexit con Gran Bretaña, «que en estos momentos nadie sabe cuál será», señalan desde la patronal.

Si finalmente se produce un Bréxit duro, es decir, de forma no acordada entre la UE y Gran Bretaña, los expertos advierten sobre consecuencias adversas para los flujos turísticos entre dicho país y España.

Del mismo modo, la evolución que pueda seguir la situación económica española como consecuencia del déficit público es otro de los factores que incidirán en las temporadas más inmediatas en Ibiza y Formentera.