Nueva vuelta de tuerca contra el turismo de borrachera en Sant Antoni. El Ayuntamiento va a pedir al Govern balear que modifique la actual Ley de Comercio para que el Consistorio municipal pueda obligar a cerrar las bodegas del casco urbano a las doce de la noche.

En la actualidad, estos establecimientos deben dejar de vender alcohol a esa hora, incluyendo aquellos que tienen permiso para abrir las 24 horas, pero esta limitación no siempre se cumple, por lo que el alcalde, Josep Tur, Cires, ha decidido optar por la mejor forma de control posible: el cierre de todos estos locales a las doce.

La decisión, que de todos modos no se materializará hasta que se produzca el cambio de la Ley de Comercio, que regula este aspecto, se inscribe dentro del objetivo de «terminar con la oferta fácil y barata de alcohol en el pueblo», uno de los objetivos del actual equipo de gobierno.

Josep Tur anunció esta medida en un receso de la reunión que ayer mantuvo con empresarios y patronales, así como con mandos policiales, delegado insular del Gobierno, representantes del Ayuntamiento de Sant Josep, el grupo municipal del PP y la vicecónsul británica, para efectuar un balance de la temporada y estudiar propuestas para la próxima.

La relación entre alcohol y ruido

El alcalde señaló que, junto a la limitación del acceso barato al alcohol, su otro objetivo es terminar con el ruido que sufren los residentes en el casco urbano. Tras elogiar el «buen resultado» que, en su opinión, ha tenido la reducción del horario del West End en dos horas, no descartó ampliar la zona a la que se aplica este nuevo horario, si bien lo supeditó a lo que indiquen los estudios que se efectuarán.

Según indicó, «el turismo de alcohol y el ruido van muy unidos», por lo que el Ayuntamiento quiere seguir atacando ambos conceptos desde varios frentes. «En el West End hay unos 500 residentes y merecen descansar durante la noche», señaló. El alcalde añadió que numerosos vecinos le han felicitado por la limitación horaria estrenada este verano, que desató las iras de los empresarios vinculados al alcohol.

Todo incluido: barra libre, no

También se pedirá la modificación de la Ley Turística para conseguir la «supresión de la barra libre en los alojamientos de todo incluido», indicó.

Asimismo, se prevé pedir otra modificación en la Ley Turística para que determinados establecimientos «no tengan la facilidad que tienen ahora para, a partir de un simple permiso de música, convertirse en una discoteca abierta».

La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera, Ana Gordillo Costa, manifestó su apoyo a la petición de cerrar las bodegas a las 12 de la noche, pues «es una contradicción que se obligue a cerrar los bares a las tres y luego se pueda seguir comprando alcohol en otros sitios; es incoherente».

En cambio, sobre la propuesta en relación a la regulación del alcohol en los hoteles del 'todo incluido', admitió que este será «un tema objeto de debate», puesto que el alcohol, en su opinión, «forma parte del paquete» que compra el cliente de este tipo de hoteles.

«Aislar a los infractores»

Gordillo apoyó la iniciativa del Ayuntamiento de realizar este tipo de reuniones «para consensuar cosas». Uno de los acuerdos adoptados a iniciativa de los hoteleros fue «no generalizar» al señalar al colectivo de estos empresarios «como los responsable de traer a Sant Antoni este tipo de turismo», pues eso lo hacen «unos hoteles concretos, no todos», indicó. Por ello, «se aislará y penalizará a quienes incumplen las normas dentro de cada colectivo», según el Ayuntamiento. Por ello, se acordó crear «un punto único donde tramitar conjuntamente todas las denuncias contra un mismo establecimiento, aunque las infracciones competan a distintas administraciones».