La estadística de pasajeros en el aeropuerto de Ibiza hasta el mes de julio constata una caída del mercado británico del 1,7% en relación a 2017. En cambio, el resto de los principales mercados turísticos experimentan un aumento en el movimiento de viajeros en es Codolar, sobre todo el nacional, que crece hasta un 11% durante los siete primeros meses del año, según los datos facilitados ayer por la directora de la terminal, Marta Torres.

Esta caída del mercado británico obedece a «un pequeño descenso a causa de la mejora de otros destinos y a la quiebra de la compañía Monarch, que operaba un volumen de pasajeros que no se ha recuperado», apuntó Torres. No obstante, otros mercados internacionales continúan con la tendencia alcista de los últimos años. Es el caso del italiano, que hasta julio ha crecido un 3,7% en relación al año anterior, y, sobre todo, del holandés, con una subida del 5%. Por su parte, el mercado alemán mantiene los mismos registros que el año pasado.

Respecto al incremento del 11% en el número de pasajeros del mercado nacional, Torres destacó que, además de las principales conexiones como Madrid, Barcelona y Palma, también se está experimentando un importante crecimiento gracias a la evolución de los vuelos con Sevilla, Valencia, Málaga y Alicante.

Torres presentó este balance de los movimientos de pasajeros tras la reunión del Comité de Rutas celebrada en el Consell de Ibiza para evaluar la demanda de los mercados potenciales de cara a la apertura de nuevas conexiones. Aunque el tráfico aéreo en julio ha registrado una bajada del 3,2% respecto al año anterior, la primera que se produce durante este mes desde el año 2009, la directora destaca que el registro acumulado anual crece un 4,3%. De esta manera, durante los siete primeros meses del año han pasado un total de 4.457.000 pasajeros por la terminal ibicenca, 167.000 más que en 2017.

Balance positivo

«El balance es positivo y conseguimos el objetivo de desestacionalizar el tráfico histórico del aeropuerto, centrado en verano», valoró Torres. De igual manera, la directora prevé un «ligero retroceso» en el número de pasajeros a lo largo de agosto, «pero en los meses de octubre y noviembre sí que habrá una evolución positiva, según la programación de actividad que tenemos».

Así, Torres pronostica también que la programación de invierno, que no quedará cerrada hasta el mes de octubre, supondrá «un avance que supondrá cerrar el año con un valor positivo». Estas previsiones optimistas ya se cumplieron en los meses previos a la temporada alta, con un aumento del 15% en el número de pasajeros en el primer trimestre del año, una evolución que se dobló en Semana Santa y llegó al 33%.

Al igual que la directora del aeropuerto, el resto de integrantes del Comité de Rutas apoyaron este balance optimista en el que el cómputo anual compensaría la caída de julo y agosto. Así, para la consellera de Territorio y Movilidad, Pepa Marí, supone una «relativa satisfacción este crecimiento en temporada baja».

Desestacionalización

«Esta dinámica del aeropuerto es la que queremos impulsar desde la promoción turística y crecer fuera de las puntas de la temporada», subrayó Marí. Por su parte, su homólogo en el Consell de Formentera, Rafael González, coincidió en señalar que «todas las acciones promocionales de la isla están enfocadas a los meses de mayo y octubre». «Estos datos de movimientos en el aeropuerto durante estos meses quieren decir que el trabajo está dando buenos resultados», añadió.

González también quiso mostrar su satisfacción por la presencia de Formentera en este Comité de Rutas, ya que «el aeropuerto da servicio a las dos islas».

Por su parte, el conseller de Movilidad del Govern, Marc Pons, incidió en que «los incrementos en temporada baja compensan la temporada alta» y aseguró que responde a «la fortaleza del modelo económico, cosa que se debe tener presente».