La evolución de la industria turística pitiusa hacia un producto más enfocado hacia el lujo tiene su reflejo en el aeropuerto de Ibiza. Aunque con cifras modestas si se compara con el tráfico regular, la llegada de pasajeros en vuelos privados ( jets y aerotaxis) ha crecido en los últimos dos años a pesar de las limitaciones que presentan las instalaciones aeroportuarias de la isla para satisfacer la demanda de este tipo de tráfico.

Según los datos estadísticos facilitados por la central en Balears de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA), en los seis primeros meses de este año se registraron 4.288 aterrizajes y despegue, con un balance total de 9.412 pasajeros.

Esta cifra de viajeros representa un incremento del 20,7% con respecto a la registrada en el mismo periodo de 2016, cuando se contabilizaron 7.798 en 3.483 operaciones de jets o aerotaxis.

De enero a junio del año pasado las cifras fueron de 3.991 vuelos y 8.660 viajeros, lo que implica un 7,4% y un 8,7% menos que los datos de este año, respectivamente.

Junio, el mes de más actividad

Por meses, junio es el que más actividad ha generado en este primer semestre, con 1.917 aterrizajes y despegues y 4.524 pasajeros, lo que implica un aumento del 10,6% y del 12,5%, en cada caso.

En mayo, primer mes oficial de la temporada, también subió este tipo de tráfico en el análisis interanual, en concreto un 7,6% en operaciones (con 1.166 operaciones) y un 17,2% en viajeros (2.814). Pero la actividad ya empezó a aumentar un mes antes, indicio de que se está produciendo la desestacionalización turística que buscan los políticos desde hace años, al menos en el tráfico de aviones privados. Sobre todo teniendo en cuenta que las principales discotecas abrieron en mayo.

En el mes previo al inicio oficial de la temporada se contabilizaron en el aeropuerto 1.350 vuelos de jets o aerotaxis con un tráfico total de 2.222 pasajeros.

Otro dato interesante que se extrae de la estadística es el relativo al mes de febrero, cuando se produjo un incremento del 100% en el número de operaciones (se registraron 769) y del 164% en el de pasajeros, con 522 en total.

La limitación del aparcamiento

El tráfico de aviones privados en Ibiza se incrementa cada año pese a los condicionantes que provoca la limitación de espacio en el aeropuerto para el estacionamiento de este tipo de aeronaves.

Como consecuencia, los jets privados no pueden quedarse demasiado tiempo en Ibiza para dejar libre el espacio, lo que obliga a los pilotos a volar hacia otros aeropuertos, Palma y Valencia, principalmente, y esperar a que los clientes les llamen para recogerlos en Ibiza.

La dirección de AENA, ante el aumento de la demanda, diseñó hace ya unos años un proyecto para ampliar la plataforma dedicada a estos aviones, situada junto a la torre de control, en dirección a la carretera de ses Salines. Para ello, se expropiaron terrenos en esa misma zona.

Pero durante las catas arqueológicas se descubrieron importantes restos arqueológicos. Además, AENA negoció con el Consell de Ibiza para proteger diferentes elementos patrimoniales, como casas payesas, albercas, corrales tradicionales, norias, canalizaciones, un molino y bancales. Una vez rediseñado el proyecto, se tuvo que suspender su ejecución porque no daba tiempo a finalizarlo para que entrara en funcionamiento esta temporada de verano.

Cambio de criterio de AENA

A pesar de que en los últimos años se ha reconocido desde AENA que esta limitación de espacio era un problema, ahora se asegura que se «impone» desde el aeropuerto «para que pueda llegar el mayor número posible de aviones posibles». «La restricción -añaden desde AENA- permite una mayor rotación en las aeronaves y, por tanto, poder atender toda la demanda, facilitando la llegada de más pasajeros de aviación general».

Esta respuesta ofrecida ahora por el gestor de los aeropuertos contrasta con todas las explicaciones ofrecidas sobre este asunto en los últimos años.