Los armadores de las siete empresas náuticas que forman parte de la nueva Associació Can Bossa Navega instan a los partidos políticos que integran el Parlament balear a que «se les escuche a la hora de regular las excursiones marítimas que incluyen fiesta a bordo, conocidas popularmente como party boats». La asociación considera que en las últimas sesiones de la cámara balear «se están discutiendo medidas directas sin tener en cuenta la opinión del sector, pese a ser los primeros interesados en querer mejorar la situación».

La Asociación afirma que «la inmensa mayoría de denuncias que se están poniendo en estos momentos, amparadas en el concepto de party boats, recaen sobre embarcaciones particulares que ejercen esta actividad sin licencia alguna», y no a su «actividad profesional regulada y declarada». Denuncian además «la intromisión de empresas que, al no atenerse a ningún control, dañan seriamente la imagen del sector».

Por eso piden «que se incrementen los controles, sobre todo en las principales zonas de excursiones náuticas, con el objetivo de que se haga cumplir la legislación actual».

«Si hoy todos los barcos que organizan fiestas en las costas de Balears cumplieran la ley, nuestros políticos verían cómo no hace falta endurecer la legislación», aseguran.Afección al mar

Los empresarios desmienten, asimismo, «las premisas con las que, en la última sesión parlamentaria, algunos partidos habían abordado esta cuestión, como la supuesta afección al entorno marino, sin tener presente que solo los barcos de party boats legales y regulados cumplen estrictamente las premisas de tratamiento de aguas residuales del Convenio Internacional para prevenir la Contaminación en los Mares (Marpol)».

Desde Can Bossa Navega creen que “no se puede legislar” sobre su trabajo sin analizar que son “un sector con más de 50 años de historia en aguas de Balears, para cambiar un modelo turístico que nada tiene que ver con esta actividad en una campaña que pretende expulsar al turismo de nuestras islas”. Además, denuncian que “muchas de estas molestias proceden de embarcaciones de recreo que ejercen como party boats y que, incluso, desarrollan su actividad en zonas de protección LIC, donde las excursiones con música no pueden operar, como ses Salines, Illetes o s’Espalmador.

Desde Can Bossa Navega explican que la asociación, compuesta por siete de las empresas de excursiones marítimas más importantes de la isla de Ibiza, se ha acogido a un decálogo de buenas prácticas que les hace autorregularse. “El objetivo de acogernos a este decálogo es el de mejorar la convivencia entre residentes, turistas, naturaleza y nuestra actividad, queremos que vaya más allá de una simple declaración de intenciones y por eso desde este año hemos hecho muchos esfuerzos en mejorar aspectos como la música, el medio ambiente y el comportamiento de nuestros usuarios”, dicen. Remarcan, además, su predisposición a negociar “siempre que las propuestas sean factibles y con actitud constructiva” y lamentan que se esté legislando su futuro “sin tan siquiera” haberles “preguntado ni haberse interesado por los esfuerzos” que afirman que han realizado en los últimos años.

Los armadores han recordado medidas concretas que desde este año se aplican en Platja d’en Bossa, “como el compromiso en mantener, como se ha venido haciendo hasta ahora, un volumen de la música que no interfiera con los usuarios de las playas ni con los vecinos, el uso de platos, vasos y cubiertos reutilizables para no generar deshechos de plástico; uso de producto local y de proximidad en la elaboración de los menús, en el caso de excursiones con comidas a bordo y el más escrupuloso respeto por las praderas de posidonia fondeando exclusivamente en fondos arenosos”.