Menos helados, menos colchonetas, menos cubos para la playa. Las ventas han caído en los pequeños negocios de Portinatx, donde sólo falta que alguien pida a los turistas el carné de identidad en la entrada para comprobar la edad. Porque si eres, o tienes, un niño, Portinatx ya no es para ti, denuncian los comerciantes.

La zona turística, que desde hace más de veinte años se ha salvado del turismo de borrachera que afecta otras partes de Ibiza y ha enfocado su modelo turístico a las familias, ahora es un baluarte de la tranquilidad, pero por la escasez de turistas que se mueven por sus calles. Después de la bajada que supuso para los comerciantes de Portinatx el 'todo incluido' de los hoteles, el 'sólo para adultos' es el nuevo golpe a encajar.

Así lo explicaron ayer propietarios y trabajadores de los alrededores de s'Arenal Gran, la zona más transitada de Portinatx por su cercanía a la playa y la presencia de numerosos hoteles. Sin embargo, apenas se aprecian un par de personas en la terraza de alguno de los bares en una mañana en pleno mes de agosto. La mayoría de los negocios tan sólo tienen una palabra para describir esta temporada: «Fatal».Los souvenirs, los más afectados

Los souvenirs, los más afectados«Sólo hace falta ver la hora que es y que aquí no hay nadie, ya se puede deducir algo», comenta Nieves, propietaria de una tienda de souvenirs, donde lleva trabajando más de veinte años. «La caja es un 50% menos que otros años, es insostenible vaya». «Uno de los motivos es porque han 'quitado' el turismo familiar y la clase de turismo que viene ahora no se para en las tiendas», asegura, y continúa: «al pequeño comercio el sólo adultos le ha afectado mucho. Si vienen familias, no se van tanto del sitio, porque con los niños es más complicado y una vez aquí les tienes que entretener con algo, entonces circulan un poco más», razona esta propietaria.

«No se ve movimiento, no hay paso de gente, para nosotras esto está como para cerrar», asegura Rosa De la Torre, otra de las propietarias de la zona, en este caso, de un supermercado. «Llevamos unos años que ya vamos para abajo, con el 'todo incluido' esto ya pegó un bajón y ahora en ninguno de los hoteles quieren niños, cuando Portinatx ha sido siempre un sitio para las familias y que vive de la gente que se aloja aquí, porque está muy aislado», explica De la Torre. Ella y su hija, Carolina, llevan trabajando con el supermercado hace casi treinta años. «A nosotros las estrellas que les pongan a los hoteles no nos benefician, porque una persona que va a un hotel de cinco estrellas no va a venir aquí a comprarse una lima», ironiza la propietaria. «Siempre hemos trabajado con familias de clase media y nos ha funcionado, ahora nos tienen aquí», comenta haciendo un gesto con una mano al cuello. Y Carolina añade: «Se están subiendo a la parra y a nosotros eso nos sienta fatal porque parking no hay, pero gente tampoco», señala.Clientela de cinco estrellas

Clientela de cinco estrellas

Los hoteleros han buscado un nuevo pez para su anzuelo, el turismo selecto, casi de lujo. Aunque aún hay ofertas para el turista medio, la mayoría de los hoteles de Portinatx actualmente enfocan sus servicios a un turista de un nivel adquisitivo más alto.

«Los hoteles han cambiado de categoría, turismo de adultos, que lo llaman ahora», explica Carmen Fatchini, dueña de una boutique. «Esto es bueno para su negocio, pero no para los comerciantes, ahora mismo para las familias sólo quedan los apartamentos. No tengo ninguna queja ,son todos muy educados, van muy bien vestidos, pero buscan un producto muy selecto que aquí no tenemos», expone Fatchini. «Portinatx no está preparado para este turismo», comenta refiriéndose a los pequeños negocios, y añade: «Nosotros recibimos el turismo como mejor sabemos, pero este tipo de turismo busca cosas muy concretas», finaliza. Así opina también Nieves, «el lujo no sirve de nada aquí, casi todos los hoteles han subido de categoría y aquí no vienen porque esto no lo consideran de calidad.

Vanesa Duque, trabajadora de un estanco, es catalana pero reside en la isla y está sorprendida por la poca gente que circula por delante de su establecimiento. «Creo que lo quieren enfocar todo tan pijo, tan cool tan todo, que la están cagando», considera. «En Portinatx todo es muy barato, puedes comerte un buen bocadillo por cinco euros, casi todos los sitios tienen menú y los restaurantes tienen pescado fresco a muy buen precio-explica-. Vamos que mejor paella ibicenca no te comerás», incide, y añade: «Pero claro, tú lo ves de fuera y no deja de ser el típico bar con manteles de papel, y lo que está triunfando ahora son complejos con beach club, restaurante y chill out con precios desorbitados», concluye.

La otra cara de la moneda

La otra cara de la moneda

Además del nuevo turismo de lujo emergente en Portinatx, los turistas que residen en otros alojamientos durante su estancia en la isla, «tienen pocas ganas de gastar». Idoia Elsua, admite que se ha «aburrido mucho» esta temporada. «La mayoría son extranjeros, pero en julio y agosto hay mucho español», explica. «Pasa muy poca gente y de los que pasan, compran muy poco, más de quince euros no se suelen gastar», objeta.

Beverly Anne, propietaria desde hace veinte años de un bar inglés de Portinatx, asegura que «cada año hay un negocio que cierra» y que «es muy difícil subsistir así en invierno». «El julio es como la primera semana de la temporada», asegura. «Las familias que siguen viniendo no gastan nada, todo el dinero en el 'todo incluido' de sus hoteles», sentencia.

Las hamacas de s'Arenal Gros siguen estando ocupadas y la estampa de algún turista haciéndose un selfie sigue estando presente. Sin embargo, los comerciantes esta temporada han tenido que barrer poca arena del interior de sus negocios.