Las aguas residuales vertidas en el puerto de Vila desde el pasado domingo a causa de la rotura de la tubería de la depuradora quedarán eliminadas durante los próximos días, según aseguró ayer uno de los portavoces de la conselleria balear de Medio Ambiente. Desde el Govern aseguraron que las barcas contratadas por la empresa Abaqua para el control de los vertidos fueron retiradas durante el día de ayer, debido a que «ya no tienen ninguna función allí». De este modo, el agua contaminada será tratada mediante la aplicación de un líquido especial, que «se irá dosificando», confirmaron. La previsión, apuntaron, es que el efecto provocado por este producto reduzca progresivamente el hedor «durante los próximos días» y lo elimine previsiblemente en la próxima semana. Los olores pestilentes se extendieron a los muelles de los pescadores, la zona en la que atracan las barcas de Formentera y los pantalanes de Ibiza Magna.

Aunque las obras finalizaron en la noche del viernes, está previsto que la zanja abierta en la rotonda conocida como de los podencos, zona donde se encuentra la tubería averiada, permanezca igual en los siguientes días, a la espera de que no se produzcan nuevas roturas y se prolonguen aún más los vertidos fecales en el puerto.

Medio Ambiente informó de que después de estudiar las medidas necesarias de las piezas que requería el conducto, Abaqua solicitó el pasado jueves por la mañana dos bridas a una empresa ubicada en Murcia. Éstas llegaron a la isla el viernes a las 18.30 horas y la reparación de la avería del conducto finalizó a las 20.30 horas, según explicó el portavoz de la conselleria a este diario.

«Proceso rápido»

Los trabajos de reparación del conducto roto comenzaron el lunes pasado. Durante los días posteriores, hasta cuatro camiones se encargaron de succionar las aguas fecales vertidas en el puerto. Asimismo, la empresa de servicios subacuáticos Servisub, contratada por Abaqua, instaló una barrera de contención para disminuir el paso de las fecales, así como las barcas de limpieza de residuos, según explicó la directora general de Recursos Hídricos, Joana Grau, anteayer. Medio Ambiente explicó también que el proceso de reparación de la canalización presentó «alguna dificultad al principio».

El corte de las tuberías afectadas ha sido «costoso y delicado», cuentan desde el Govern, ya que el fibrocemento, material con el que están fabricadas la mayor parte de las tuberías de la zona, requiere de un cierto tiempo.

Numerosas quejas

La fuga, detectada hace una semana cerca de Marina Ibiza, concretamente en la rotonda de los podencos, ha provocado indignación entre los empresarios y trabajadores de las navieras de la zona portuaria, que han recibido numerosas quejas de los clientes por la pestilencia de las aguas. Asimismo, desde la empresa Ibiza Magna informaron de que varios yates de grandes esloras habían abandonado el puerto por el insoportable hedor que provocaban los vertidos.

Sin embargo, desde la conselleria aseguraron que el proceso de reparación de la avería «ha sido muy rápido», teniendo en consideración «la importancia y sensibilidad» de la situación. Piensan que el hecho de haber podido detectar la avería el primer día fue un factor muy importante para agilizar el proceso de reparación.