La Agrupación Astronómica de Ibiza (AAE) ha elaborado una propuesta de reglamento para la protección del Cielo Oscuro a la isla de Ibiza, para que sea estudiado por parte de las instituciones isleñas. El objetivo es que sirva de base para la aprobación de una norma que regule la iluminación exterior, tanto privada como pública en Ibiza, con criterios de protección del cielo nocturno.

Actualmente, la "sobreiluminación" que sufren los cascos urbanos y también el campo "amenaza la oscuridad del cielo" y, de este modo, la observación del cielo estrellado, según explica la asociación en un comunicado. Este exceso de iluminación representa además "un grave perjuicio" para las especies silvestres, sobre todo las aves, y el propio descanso del ser humano, según la AAE.

La propuesta redactada por un grupo de técnicos de la AAE está basada en otras normativas que están en vigor a varias comunidades autónomas españolas, dado que la contaminación lumínica es un problema que "se ha agravado considerablemente en los últimos años, a raíz de la popularización de las lámparas LED, que a pesar de su eficiencia

energética, a menudo sobrepasan la intensidad lumínica necesaria para cumplir su función", explica la AAE.

La ley 3/2005 de Protección del Medio Nocturno, aprobada por el Parlament balear, fue un primer paso para regular la iluminación artificial, pero la mayor parte de su articulado remite a futuros reglamentos insulares que ahora no existen. Por eso, la mayor parte de esta ley permanece inaplicable. Dado el progresivo incremento de farolas, focos, lámparas y otros sistemas de iluminación de cada vez mayor potencia, se hace necesario establecer unas normas para iluminar allí donde realmente se tiene que iluminar, pero no al cielo. La cada vez más grande cantidad de luz artificial que se dirige al cielo hace que" esté en peligro el derecho a disfrutar del cielo estrellado y amenaza el trabajo de los astrónomos", lamentan desde la asociación. Numerosas especies de aves, como es el caso del virot, especie amenazada, se ven también afectadas por este exceso de luz, apuntan os astrónomos.

Algunas de las cuestiones incluidas en la propuesta que ha redactado la AAE consisten en una zonificación de la isla de Ibiza, para graduar la intensidad lumínica permitida a cada una de estas zonas. Las zonas protegidas medioambientalmente serían aquellas con más restricción lumínica, mientras que el sol rústico tendría un régimen menos estricto y los suelos urbanos podrían mantener una iluminación más generosa, pero vigilando también unas condiciones mínimas para evitar contaminar innecesariamente.

Del mismo modo, se prevé la necesidad de apagar los letreros publicitarios luminosos y los escaparates comerciales a partir de una determinada hora de la noche. Los proyectores luminosos de discotecas quedan también prohibidos (como ya lo están) y, en general, no se permite ninguna iluminación en horizontal y mucho menos hacia arriba. De hecho, las lámparas no podrán tener prácticamente ninguna inclinación respecto al plano horizontal. De este modo se quiere garantizar que iluminen realmente allí donde tienen que iluminar.

La norma, aseguran, tiene que prever un régimen sancionador y un periodo de adaptación a las instalaciones que incumplan la ley en un plazo de tiempo razonable.Presentada a las istituciones

La propuesta, que ha sido elaborada durante el último año, ha sido presentada ya al Consell de Ibiza y se está entregando en los ayuntamientos de la isla para que decidan la forma en que será tramitada. Todos los representantes políticos con los que se ha entrevistado la AAE han mostrado una "buena disposición" a cumplir con aquello que exige la ley 3/2005: la aprobación de un reglamento que desarrolle y concrete aquellos aspectos que la mencionada ley expresa sólo genéricamente.

Cada vez más ayuntamientos y gobiernos autonómicos en toda España están aprobando normativas como esta, dado que el problema de la contaminación lumínica es cada vez más grande. Los astrónomos han constatado que en los últimos diez años se ha perdido buena parte de la oscuridad natural del cielo, por culpa de los LED blancos.

A pesar de que la situación en la isla de Ibiza no es todavía especialmente grave (salvo el núcleo de Vila y Sant Jordi), es necesario prevenir un problema que cada vez es más visible, sobre todo en las zonas turísticas y urbanas, y que también amenaza el derecho al descanso nocturno de las personas. La excesiva iluminación artificial durante la noche altera los ritmos circadianos (los que regulan el descanso del cuerpo humano) y también es un grave problema para la población con problemas de fotosensibilidad.