El imperio de Robert G., el líder de la banda de narcos detenida con 336 kilos de cocaína entre Mallorca y Ibiza, empieza a desmoronarse. El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y las autoridades holandesas han intervenido en las últimas horas en sus domicilios de Girona, Alicante y su país natal cinco kilos de oro, 150.000 euros en efectivo, joyas, embarcaciones y vehículos de lujo y un importante patrimonio inmobiliario. El juez decretó anoche el ingreso en prisión del jefe de la organización, de 54 años, y de los otros cuatro acusados por delitos de tráfico de drogas, organización criminal y blanqueo de capitales.

La incautación, el domingo por la mañana, del barco en el que los sospechosos iban a transportar el gran cargamento de cocaína colombiana -336 kilos de gran pureza según el pesaje oficial- desencadenó un importante operativo en España y Holanda para desmantelar la infraestructura de la organización. En nuestro país, los agentes del SVA localizaron un inmueble de Robert G. en Platja d'Aro, en Girona, utilizado por los narcos como base operativa. Sus planes pasaban por navegar con el barco hasta ese puerto para desembarcar allí el alijo y transportarlo después por carretera hasta Holanda. En el Ampurdán, los investigadores han intervenido una lancha semirrígida de nueve metros. Con ella iban a transportar el cargamento desde su embarcación, el HCH-X, a tierra. Además, los agentes del SVA han decomisado una camioneta Dodge 4x4 de matrícula holandesa en la que habían preparado dobles fondos para ocultar la cocaína y llevarla por carretera a ese país. En Alicante se ha embargado un chalé de lujo.

38 registros en Holanda

De forma simultánea, las autoridades fiscales holandesas han asestado un duro mazazo al patrimonio del jefe del clan y sus métodos para lavar el dinero de la droga. Entre el lunes y ayer, se han llevado a cabo 38 registros en viviendas y oficinas en las localidades de Heerhugowaard, Nieuwe Niedorp, Schagen y Zaandam. En estos inmuebles se han intervenido más de cinco kilos de oro, numerosas joyas, 150.000 euros en efectivo, dos motocicletas Harley Davidson y un yate. Los investigadores holandeses han encontrado abundante documentación y detectado cuentas bancarias en paraísos fiscales.

Las autoridades de ese país investigaban las finanzas del jefe de la banda de narcos desde el año 2017. Meses antes compró el HCH-X, un barco de casi 30 metros de eslora utilizado hasta entonces para el transporte de pasajeros por los canales holandeses. La embarcación fue completamente reformada hasta convertir el interior en un auténtico yate de lujo, valorado en un millón y medio de euros. El hombre se hizo además con un importante patrimonio inmobiliario pese a no tener ingresos declarados suficientes.

Estas pesquisas por lavado de dinero se cruzaron con la investigación iniciada en Mallorca por el Servicio de Vigilancia Aduanera. El HCH-X fijó hace un año y medio su base en Port Adriano (Calvià) y los agentes sospechaban que iba a ser utilizado para llevar a cabo un importante transporte de cocaína. Y no se equivocaban. El pasado fin de semana, la embarcación zarpó de la isla con rumbo desconocido. Durante la madrugada del domingo, a unas 18 millas de Eivissa, fue interceptado con 336 kilos de cocaína colombiana de gran pureza. Habían recogido la droga en el mar, arrojada poco antes en grandes mochilas desde un barco mercante controlado por sus proveedores. Los tripulantes del HCH-X, cuatro holandeses y un alemán de entre 19 y 54 años, fueron detenidos.

Los cinco sospechosos se acogieron a su derecho a no declarar ante los investigadores del SVA. Ayer por la tarde fueron trasladados por la Policía Nacional a los juzgados de Vía Alemania, en Palma, donde la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) reforzó la seguridad.

Uno de los acusados sufrió una indisposición en la Jefatura Superior de Policía y precisó asistencia médica, por lo que su traslado se retrasó. A última hora de la noche, el juez de guardia de Palma decretó el ingreso en prisión de los cinco detenidos por la gran operación antidroga.