El 62,8% de la energía producida en Ibiza entre enero y julio por la central eléctrica procedía de sus turbinas de gas. Para el 37% restante, Endesa empleó diésel como combustible, según la información suministrada por el Instituto Balear de Estadística (Ibestat). Esos porcentajes suponen un drástico cambio respecto a 2017, cuando a estas alturas del año sólo el 15,4% de la energía era originada con gas y el 84,5%, con diésel y fuel.

Endesa inició el tránsito para generar la mayor parte de la electricidad con gas cuando la Comisión de Medio Ambiente del Govern acordó, a finales de enero de 2018, que esa instalación ya no podría funcionar con fuel desde el año 2019. La decisión de ese organismo del Ejecutivo balear tuvo su origen en las denuncias realizadas por los centros educativos de Puig d'en Valls, el Ayuntamiento de Vila y el Consell debido al intenso olor a fuel que procedía de la planta de es Gorg. Los grupos de fuel (ahora paralizados) causan hasta 13 veces más emisiones de óxido de nitrógeno que los de gas.

Este cambio de estrategia de Endesa, forzado por la medida impuesta por el Govern, queda reflejado en las estadísticas de producción de energía de la planta térmica de Vila: de enero a julio se generaron allí 196.749 megavatios hora con diésel, un 55,8% menos que en el mismo periodo del año 2017; por el contrario, se produjeron 336.340 megavatios hora en sus turbinas de gas, un 313,5% más que en los siete primeros meses del pasado año.

En reserva

Endesa «ya ha solicitado la baja de los grupos de fuel», combustible que «actualmente no se utiliza», aseguró ayer un portavoz de la compañía eléctrica. Eso sí, los generadores de fuel permanecen todavía «en reserva por si fuera necesario [ponerlos en marcha] en caso de demanda de extrema necesidad, por si faltara potencia o algún grupo precisara parar». Seguirán así «mientras no entre en funcionamiento el enlace submarino entre Eivissa y Mallorca». El Gobierno central, afirma ese portavoz, «dará de baja los grupos de fuel» en cuanto esa conexión sea operativa.

Aunque este año la producción media de las turbinas que emplean gas ya es del 62,8%, ese porcentaje descendió en julio al 51,2%, mientras que para el 48% restante se quemó diésel. Se debe, según Endesa, a que «el uso de los combustibles depende de las necesidades del sistema. Influye el operador: según las potencias que se necesitan, en un momento u otro ponen uno u otro grupo». Aún así, se utilizó mucho menos gas tanto en julio del año 2017 (sólo el 28,8% de la energía fue originada aquel mes con ese combustible) como en el de 2016 (entonces fue únicamente el 22,9%).

La sustitución del fuel y del diésel por el gas en la central térmica de es Gorg también ha quedado reflejada en las estadísticas del transporte de graneles líquidos (combustibles y fuel industrial) que son desembarcados en el puerto de Eivissa: de enero a junio llegaron a la instalación portuaria de Vila 90.471 toneladas, un 33,5% menos que las 136.032 toneladas registradas en el mismo periodo de 2017.