El Ayuntamiento de Sant Josep asumirá la gestión de la depuradora y la red de saneamiento de Cala Vedella antes de finales de año para acabar con los malos olores que provocan en la zona. Esta será la primera medida dentro de un plan de mejora de este núcleo turístico con el que prevé asumir las infraestructuras, ya que éstas son propiedad de la promotora que desarrolló la urbanización.

Así lo anunciaron ayer los concejales de Urbanismo, Ángel Luis Guerrero, y de Medio Ambiente, Neus Marí, tras reunirse con un grupo de 25 vecinos de Cala Vedella. Inicialmente, una afectada solicitó a principios de semana un encuentro con el concejal para exponer sus quejas por la «degradación exponencial a la que se ha llegado en los últimos años». Sin embargo, «la noticia corrió como la pólvora y se empezaron a sumar otros vecinos», explicaba ayer tras el encuentro de dos horas con Guerrero y Marí, que acabó celebrándose en el salón de plenos.

Esta vecina, que prefiere mantener el anonimato, vive en Cala Vedella de manera permanente desde hace dos años, aunque veranea en la isla desde hace 40. Para ella, la respuesta espontánea del resto de residentes confirma «el hartazgo» al que han llegado. «Nos quejamos por el abandono general que sufre la playa, pero lo más urgente es acabar con el olor horrible que aparece por la noche y la madrugada, porque es irrespirable y se impregna en la ropa», resumió.

Otra de sus principales reivindicaciones es que solucione la mancha que invade la playa. «Nos han repetido lo de siempre, que los análisis muestran que no hay coliformes [bacterias fecales], sino nitrógenos y fosfatos de detergentes que provocan esa mancha de alga cuando hace calor». En la reunión, el Ayuntamiento avanzó que «han comprado unas bombas para el año que viene que generan unas corrientes para enfriar el agua, pero eso es una solución mínima», lamentaba esta vecina. Sin embargo, sí que se mostraron más satisfechos por el compromiso para asumir la red de saneamiento.

El concejal de Urbanismo calcula que antes de final de año ya podrá recepcionarse tanto la depuradora como el alcantarillado. Sin embargo, todavía se trabaja para detectar de dónde procede el hedor que invade la zona «siempre a la mismas horas, de nueve de la noche a dos de la madrugada y de seis a ocho de la mañana». De hecho, Guerrero visitó anteayer la depuradora con algunos vecinos, que corroboraron que «la peste no sale de la depuradora», de manera que ahora se trabaja para detectar su origen en las canalizaciones de aguas fecales.

Además, no todas las viviendas están conectadas con la red de saneamiento, ya que toda la primera línea de playa cuenta con fosas sépticas privadas. El Ayuntamiento también prevé incluir «a través de una concesión con Costas» la parte urbana de esta primera línea al alcantarillado. Pero aquí topa con otro «cacao urbanístico tras años de dejadez» -tal y como lo calificó Guerrero-, ya que la zona norte de la playa, que incluye urbanizaciones y un hotel, es suelo rústico protegido. «La solución general a este urbanismo no va ser rápida, sino que va a ser un proyecto que necesitará cuatro o cinco años», se resignó Guerrero.