Teresa Ferreira es una camarera y empresaria portuguesa que ha dedicado toda su vida al sector formándose y trabajando por todo el mundo: Australia, Canadá, América del Norte... Incluso tuvo la oportunidad de abrir su propio restaurante en El Caribe. Tras un parón de cinco años en los que no ha trabajado, Ferreira ha sacado a la venta 'El manual del camarero', una guía de conocimientos básicos para ser un profesional de éxito.

¿Qué le inspiró a escribir el manual y cuáles son sus objetivos?

Quería editar algo que ayudase a los más inexpertos del sector o a los que ya trabajan en él. El manual se puede adquirir por un euro en internet o un poco más si es el cuadernillo de papel, no quiero ganar dinero, quiero ayudar. He distribuido la guía en diferentes establecimientos de la isla y tengo una cita con el Consell para distribuir el manual.

¿Qué consejos incluye su manual?

Es importante tener pasión por lo que haces, cuando una persona tiene un trabajo que sabe que es temporal no le pone ni ganas ni ilusión. Otro consejo para este sector es saber más de un idioma, yo hablo cuatro idiomas y eso me ha dado mucha facilidad para trabajar en cualquier parte del mundo.

¿Qué es lo más importante para ser un buen camarero?

Saber servir un vino, atender la mesa o la higiene. La imagen es fundamental, demuestra profesionalidad y da confianza al cliente.

¿Cómo empezó su carrera como camarera?

Empecé muy joven porque necesitaba un trabajo y acabé viajando durante 12 años por el mundo gracias a la hostelería, incluso regenté durante un tiempo mi propio restaurante.

¿Cuándo se dio cuenta de su pasión por la hostelería?

Fue en Canadá, allí no solo aprendí, sino que formé a todo un equipo. Empecé como camarera y acabé estando a cargo de la zona VIP, algo que exige mucha profesionalidad. En Norteamérica te hacen pruebas durante meses, si tienes una carta con 80 cócteles debes saber hacerlos todos, en Ibiza se debería tomar ejemplo de estos países.

¿Qué hizo que triunfase tanto en El Caribe?

En 1997 nunca antes se habían combinado los live shows con un restaurante y eso hizo que mis tres años allí fuesen muy intensos. Mi restaurante era el único con shows de reggae o conocidos dj. Mi objetivo era innovar contratando dj de diferentes etnias, ya que para muchos era la primera toma de contacto entre diferentes culturas.

¿Se cansó del Caribe?

A veces por mucho éxito que tengas no te sientes en casa por lo que decidí viajar por el mundo. La hostelería es una profesión para la que hay que formarse académicamente y eso en Europa no todos lo entienden aún. Algunos de los problemas en Ibiza son los beach clubs con un servicio pésimo o los restaurantes que buscan profesionales, pero no les ofrecen un sueldo decente.

¿Por qué volvió a Europa?

Todo surgió al renovar el visado de Australia, para ello tuve que irme de allí seis meses, pensé en mudarme a Alemania, pero una amiga me animó a venir a Ibiza. Dicen que cuando llegas la propia isla te atrae o te rechaza y a mí me atrajo, llevo ya siete años. Aquí he encontrado proyectos muy interesantes.