La Policía Local de Santa Eulària impidió en la tarde de ayer la celebración de una fiesta ilegal en la playa de Cala Nova.

El Ayuntamiento de Santa Eulària ha informado en un comunicado que desde hace unas semanas se estaban celebrando fiestas ilegales en esta zona y que iban ligadas a actuaciones musicales y venta de comida en un negocio cercano y que no tiene permiso para desarrollar estas actividades. La actitud agresiva, con insultos y amenazas hacia la primera patrulla que acudió al lugar de los hechos, obligó a desplazar un total de siete agentes a la zona, además de pedir la ayuda de la Guardia Civil, que destinó también una patrulla.

Vecinos y comerciantes de Cala Nova se habían quejado en reiteradas ocasiones de la gran afluencia de personas que hacían acampada en la zona y por la participación a fiestas multitudinarias que se celebraban en un establecimiento y que acababan, por la noche, en la playa. Así, además de los problemas de convivencia que se generaban, existía un problema de seguridad por el riesgo de incendio en la zona boscosa cercana en la playa, así como otros riesgos asociados en la fiesta al arenal, como por ejemplo el problema medioambiental de la suciedad depositada en la zona y, especialmente, el riesgo que comportaba el uso de recipientes de vidrio en la arena.Primera actuación el día 10

Ante esta situación, y después de recoger toda la información previa necesaria, la Policía Local y personal del departamento de Actividades del Ayuntamiento de Santa Eulària se personaron por la noche del día 10 al establecimiento implicado y comprobaron cómo se estaba haciendo un concierto al aire libre dentro de su recinto, además de una barbacoa, unas actividades por las cuales los organizadores cobraban una entrada de cinco euros. Además, las informaciones apuntaban a que este tipo de fiesta continuaba posteriormente en la playa.

Ante la carencia de permisos para estas actuaciones, se abrió un expediente contra el establecimiento y una medida ´provisionalísima´ de prohibición del concierto y se le prohibió cocinar en sus instalaciones por motivos de seguridad.

Después de esta intervención, se tuvo conocimiento de que ayer por la noche unos particulares querían volver a organizar una fiesta en la playa en protesta de esta prohibición. Poco antes de la hora de la convocatoria se desplazó una patrulla a la zona para informar a los posibles participantes de que las actividades musicales organizadas que se quieren hacer en la playa tienen que contar con autorización y tienen que respetar las normas básicas de convivencia, especialmente en en cuanto a ruidos y limpieza.

Cuando los agentes iban a informar a una persona que custodiaba cuatro instrumentos de percusión de gran tamaño, una veintena de personas empezaron a insultar y a amenazar a los policías, acorralándolos contra una pared de piedra cercana. Ante esta situación, los agentes tuvieron que pedir refuerzos. En pocos minutos llegaron diferentes efectivos hasta completar seis agentes y un oficial de la Policía Local. Además, una patrulla de la Guardia Civil de Santa Eulària se personó también para "calmar los ánimos". Finalmente, la Policía Local pudo informar de la situación a los presentes y se impidió la celebración de la concentración y de la fiesta.