Disminuir la presencia de serpientes de herradura en Ibiza y acabar con la serpiente blanca en Formentera son los objetivos para las Pitiusas del plan de reducción para el control de ofidios lanzado por el Ministerio de Medio Ambiente y las comunidades autónomas de Balears y Canarias.

Estas especies son invasoras en las islas, recordó ayer el Govern en un comunicado en el que explicaba cómo aplicará las medidas aprobadas en el archipiélago porque las islas son «más frágiles y con una biodiversidad más sensible» que el resto de territorios.

Las dos comunidades han implantando ya medidas de captura y control de ofidios invasores, añadió el Govern en su nota. Desde 2016, el Ejecutivo balear ha capturado 2.993 serpientes, pero quieren perseguir aún con más fuerza a las especies que se cuelan en los ecosistemas de las islas, sobre todo dentro de los olivos importados. El proyecto no tiene un plazo definido para acabar con las poblaciones de serpientes pero será revisado como mínimo cada seis años.

Entre otras medidas, se intentará incrementar la captura, impulsar el conocimiento de sus características biológicas (su ciclo biológico, alimentación o los impactos sobre el ecosistema) y reforzar los controles de los canales por los que accidentalmente llegan los ofidios a las islas con más inspecciones y cuarentenas en puertos y aeropuertos. Las empresas importadoras deberán garantizar que han tomado precauciones y poner a los árboles en cuarentenas más estrictas antes del embarque.

La entrada de ofidios a Balears se produce desde 2003. Antes, no había presencia de estas especies ni en Ibiza ni en Formentera y el Govern las relaciona directamente con el aumento de la importación de olivos ornamentales para jardinería, normalmente introducidos en las islas en camiones procedentes del sur de España.