El municipio de Sant Joan recibe desde ayer agua desalada después de que la Agència balear de l'Agua i la qualitat ambiental, Abaqua, responsable del sistema de interconexión de agua desalada en Eivissa, en coordinación con Aqualia, empresa concesionaria del Servicio de Aguas, concluyeran con las actuaciones en la tubería de la arteria norte del sistema de interconexión de las desaladoras del agua en alta y la conexión con el depósito de Can Covetes.

El agua desalada llega al depósito municipal de Can Covetes, de Sant Joan, desde donde se distribuirán entre 800 y 900 metros cúbicos diarios, un 75%, aproximadamente, de agua desalada y un 25% de agua de pozo habitual, para el total abastecimiento de distintos núcleos de población de su término municipal, según informó ayer Aqualia a través de una nota.

El alcalde Sant Joan, Antoni Marí, Carraca, manifestó su «satisfacción» de poder contar con agua desalada «gracias a la puesta en marcha definitiva de la interconexión de las desaladoras, un tema pendiente desde hace muchos años». Además, tanto el Ayuntamiento de Sant Joan como Aqualia coincidieron en que, de esta forma, «se garantiza el suministro de agua al municipio ante el problema de sobrexplotación de los acuíferos que sufre la isla desde hace años». Asimismo, destacaron que se contribuye a la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente, «aminorando las extracciones de agua de su acuífero». «Esto garantizará su futuro y colaborará con el resto de municipios de la isla en el equilibrio medioambiental», explicaron desde Aqualia y el Ayuntamiento de Sant Joan. El convenio suscrito obliga al Ayuntamiento de Sant Joan a consumir cada año un mínimo de 222.483 metros cúbicos de agua y pagar un precio fijo de 125.749 euros por el caudal establecido.

En principio, estaba previsto que el 1 de agosto el ramal norte de la interconexión de las tres desalinizadoras de Eivissa entrara en funcionamiento, con la ayuda de unos generadores, e inyectara agua a la red municipal de este municipio, pero el gerente de la Agencia Balear del Agua (Abaqua), Antoni Garcias, explicó ese mismo día que surgieron «unas dificultades» en la conexión con el depósito municipal.