En estos momentos, el Consell de Ibiza asegura que ya hay 28 expedientes por alquiler turístico ilegal a cuyos propietarios, explotadores y/o comerciales se multará «sí o sí». Así lo aseguró ayer el director insular de Turismo, Vicent Torres Benet, al hacer el primer balance de las actuaciones de las batidas conjuntas de policías locales e inspectores de Turismo.

«Estas 28 expedientes saldrán adelante y seremos muy contundentes», afirmó el responsable de Turismo, que destacó que esta seguridad se debe a que, precisamente gracias a la actuación conjunta, queda «demostrado» que los pisos se estaban alquilando a turistas por lo que no hay margen para que los recursos que posiblemente presentarán los denunciados prosperen.

A lo largo del mes de julio, explicó, se han realizado tres actuaciones de estos equipos mixtos. El primero, a principios de mes, se saldó con expedientes abiertos a 22 viviendas de un mismo bloque en Platja d'en Bossa en el que los vecinos habían denunciado alquileres ilegales en 32 pisos.

Hace poco se realizó otra de estas batidas en Sant Antoni. Sin embargo, no se pudo levantar ningún acta, lamentó el director insular, quien indicó que a pesar de esto se hará un seguimiento de algunos de los apartamentos. «Hace falta más documentación e información para que puedan acabar en actas», comentó Torres.

La última de las batidas se llevó a cabo este mismo martes en la bahía de Portmany, en un edificio ubicado en la zona correspondiente al municipio de Sant Josep. Los vecinos habían denunciado alquileres turísticos en varios de los pisos, situación irregular que agentes de la Policía Local de Sant Josep y los inspectores de Turismo comprobaron que se estaba produciendo en seis de las viviendas que inspeccionaron.

El director insular afirmó que, desde que han comenzado las batidas, se han reducido las denuncias presentadas en el Consell por parte de vecinos afectados. Las que llegan, sin embargo, destacó Torres, «son mucho más contundentes». En este sentido, indicó que estos afectados llegan ya a Inspección del Consell de Ibiza con mucha más documentación sobre los infractores, no sólo con la dirección en la que se encuentra la vivienda sino también con los enlaces en los que se publicita el alquiler.

El director insular señaló que ahora se está notificando la denuncia a los propietarios, tras lo que podrán presentar recursos, algo que no cree que ocurra en la mayoría de los casos, ya que «la ilegalidad» es tan evidente que la mayoría optará por pagar las multas (de hasta 40.000 euros) lo antes posible para poder beneficiarse de la reducción por pronto pago. Tras esto, además, defiende el director insular, los propietarios de estas viviendas «seguramente las retirarán del mercado como alquiler turístico».

«Amigos» del propietario

Torres señaló que la respuesta que muchos de los inquilinos dan a los agentes y los inspectores cuando éstos llegan a las viviendas denunciadas es que son «amigos» del dueño. «Una inspectora me comentó que en uno de los pisos a los que acudieron es lo que les contestaron los inquilinos que, curiosamente, luego no sabían el nombre de ese supuesto amigo», detalló el director insular de Turismo, que indicó que esta situación es más normal de lo que puede parecer.

Esta misma respuesta es la que dieron, hace unas semanas, unos italianos alojados de forma ilegal en un bloque de viviendas de la zona de Vila de Platja d'en Bossa, cuando se personaron en el apartamento varias patrullas de la Policía Local de Ibiza, después de que varios vecinos denunciaran el escándalo que estaban montando en la terraza pasada la medianoche. Torres indicó que este tipo de denuncias por ruido y molestias, cuando se producen en alquileres turísticos, también se pasan al departamento de Inspección del Consell de Ibiza, para ver si esas viviendas están denunciadas por los vecinos.

El director insular recordó que las batidas conjuntas seguirán realizándose durante toda la temporada. Además, destacó el éxito que están teniendo ya que, al ir los inspectores acompañados de agentes de las policías locales del municipio en el que se encuentra la vivienda, los inquilinos abren la puerta y contestan con más facilidad.