Durante los tres primeros meses del verano, de mayo a finales de julio, 600 barcos han tenido que ser desplazados por fondear de forma incorrecta sobre la posidonia en aguas de Ibiza y Formentera, según informó ayer el Govern balear, cuyo servicio de vigilancia ha realizado en este periodo casi 5.000 intervenciones en las Pitiüses.

En proporción, uno de cada diez barcos que recibieron asesoramiento o revisión por parte del servicio de vigilancia de la posidonia estaban mal fondeados: suman 325 en Ibiza y 275 en Formentera. Las intervenciones sólo en estos tres primeros meses de verano ya alcanzan en número a las realizadas el año pasado durante toda la temporada.

Formentera fue pionera en este modelo de protección de la posidonia, que en todas Balears ya supera las 22.000 intervenciones desde principios de mayo a finales de julio. El gobierno autónomo ha incorporado este verano cinco embarcaciones al servicio.

Tres embarcaciones vigilan en Ibiza, en los límites del Parque Natural de ses Salines y también cubren el área marina de Tagomago. En cuanto a Formentera, cinco barcas cubren la zona del parque natural, la costa de es Carnatge y la zona de cala Saona.

A título informativo, se han repartido unos 30.000 folletos en puertos, clubes náuticos, empresas de chárteres y otros puntos para que los patrones sepan dónde y cómo fondear. En este sentido, este verano también supone un hito: desde finales de julio, el Instituto Hidrográfico de la Marina incorporó las praderas de posidonia a sus cartas náuticas oficiales para que los marineros y aficionados hagan un fondeo responsable.

Las zonas ya señalizadas

En las Pitiüses, la posidonia ya está señalizada en el puerto de la Savina de Formentera (que incluye ses Illetes y es Coll d'en Borràs), es Freus (entre las dos islas, dentro del el Parque Natural), y Ibiza.

El Govern también ha activado una página web con información cartográfica sobre la posidonia o reservas de boyas.

Además, el organismo ha querido este año reactivar el control de la salud de las praderas de posidonia del archipiélago. En concreto, Ibiza tiene una estación de control y Formentera, otra. El proyecto había funcionado entre 2002 y 2012, pero desde entonces estaba suspendido. A estas estaciones de muestreo, la conselleria de Medio Ambiente quiere sumar los contactos con colaboradores y otras tareas que llevaron a cabo en el pasado para tener un registro histórico de la evolución de las reservas de esta planta marina.

El Govern aprobó a finales del mes pasado el decreto de conservación para proteger los 650 kilómetros cuadrados de posidonia marina que hay en aguas de Balears, por lo que las islas «se convierten en pioneras en Europa» por la protección de esta planta marina, destacó entonces el Ejecutivo en una nota.

En Balears se encuentra el 50% de la posidonia que hay en las costas españolas, destacó la conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca. El objetivo de este documento que suma ya 2.300 páginas es que la planta, más que protegida, sea intocable.

Mientras tanto, el primer diagnóstico del Consell de Ibiza sobre el estado de las praderas que hay en el litoral de la isla no es tranquilizador: las praderas de posidonia presentan daños en 19 de las 43 calas de la isla, algo que relaciona con la aglomeración de barcos en zonas como Talamanca, Sant Antoni o Santa Eulària. Otro de los motivos que alega el informe son los emisarios submarinos y otras estructuras que alteran las condiciones del fondo marítimo.