Un grupo de 12 vecinos se plantó ayer ante el conseller balear de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, para protestar por las molestias que causan las obras de construcción de un depósito de agua, de 5.000 metros cúbicos de capacidad, en la zona de Can Guasch, en Santa Eulària. Tras una intensa jornada en Ibiza, lo que debía ser un mero trámite, una visita a las obras de esta infraestructura (en virtud de un antiguo acuerdo, se cederá al Ayuntamiento de Santa Eulària para uso exclusivo municipal) se convirtió en un suplicio para Vidal.

Los afectados por las obras le cantaron las cuarenta al conseller por no haber recibido ningún tipo de información y, sobre todo, por el hecho de que los técnicos no se hubieran cerciorado previamente de las posibles consecuencias sobre sus casas ni se hayan preocupado tampoco de revisarlas durante la ejecución de los trabajos.

Uno de los afectados, Toni Zurdo, explicó que la perforación de la roca para la construcción del depósito está causando «vibraciones» en las viviendas, algunas de ellas situadas a pocos metros. «Son casas payesas que no cuentan con los cimientos de las de hoy en día, se pueden derrumbar», advirtió este afectado.

Los vecinos evidenciaron su enfado durante la conversación, en la que se vivió algún momento de tensión (se escuchó alguna palabra malsonante), que mantuvieron con el conseller y un técnico de Abaqua. También estuvieron presentes el conseller insular de Medio Ambiente, Gonzalo Juan, y la primera teniente de alcalde de Santa Eulària, Carmen Ferrer, así como el concejal de Urbanismo, Mariano Juan, además del director insular de Turismo y portavoz del grupo municipal del PSOE, Vicent Torres, Benet.

También reprocharon a la conselleria balear de Medio Ambiente que no se adopten medidas, como el riego del camino, para evitar el polvo que levanta el tráfico de camiones. El conseller ofreció a los residentes la posibilidad de convocarles a una reunión para explicarles el proyecto, lo que causó aún más malestar. «Hemos tenido que ser nosotros los que hemos tenido que venir a pedir explicaciones. No se les ocurrió hacerlo antes. Nosotros tenemos que reivindicar nuestros derechos cuando ya se ha hecho la faena. No se hacen así las cosas», subrayó Zurdo.

A las obras de este depósito, que se iniciaron en junio, se suman las que se hicieron hace unos años para construir otro depósito doble, con capacidad para 10.000 metros cúbicos, que servirá para acumular el agua de la desaladora de Santa Eulària antes de su trasvase al sistema de interconexión con las otras dos plantes de la isla.

El municipio cedió el solar a Abaqua

El Consistorio cedió hace años el solar a Abaqua a cambio de la construcción de otro depósito de uso municipal, que es el que se construye ahora. Se prevé que las obras de perforación en la roca duren dos semanas más y el depósito esté acabado en junio de 2019. La obra tiene un coste de 1,3 millones y se financia con fondos del impuesto turístico.

Precisamente, el PP de Ibiza acusó ayer a Vidal de «trilero» por pagar con la ecotasa esta deuda que Abaqua contrajo con el Ayuntamiento. «Supone un engaño para los ciudadanos», resaltó.