Las obras de reforma previstas en cuatro centros educativos de las Pitiusas se retrasarán varios meses, debido a que ninguna empresa se ha presentado a los concursos públicos convocados por la conselleria balear de Educación, según confirmó ayer una portavoz del Govern. Las obras afectadas son las de los colegios L'Urgell (Sant Josep), Sant Ciriac (Santa Eulària) y Can Cantó (Vila) así como las del edificio del Conservatorio.

En la conselleria creen que la incomparecencia de las empresas se debe a que las obras debían realizarse en plena temporada. Por esto confían en que, cuando vuelvan a sacar a concurso la licitación de las obras, el próximo mes de septiembre, no ocurra lo mismo, ya que habrá bajado el nivel de actividad de las empresas del sector de la construcción.

Desde la conselleria explican que, aunque querían evitarlo, finalmente las obras tendrán que llevarse a cabo durante el curso. Así, deberá establecerse un horario y un programa de actuación que haga compatibles las obras con el normal desarrollo de la actividad lectiva. Sea como sea, los cuatro centros tendrán que seguir esperando las ansiadas y reclamadas obras de reforma. Ninguna de ellas estará lista en el plazo previsto, ni siquiera la del Conservatorio, que debería estar terminada a finales de año, según explicó el pasado mes de abril el conseller balear de Educación, Martí March, en una visita al edificio en la que detalló que la reforma estaba presupuestada en más de 250.000 euros.

En el caso de los colegios, la obra más costosa era la prevista en L'Urgell: 138.073 euros. Este centro necesita una actuación importante en los baños de la planta baja y el primer piso. Hay que revisar el forjado sanitario, ya que las pérdidas en la red de saneamiento pueden haber corroído la estructura y los cimientos, indica la conselleria, que recuerda los problemas «constantes» que tienen estas instalaciones.

Actuaciones en los colegios de Can Cantó y Sant Ciriac

Las acciones previstas en los colegios Can Cantó y Sant Ciriac son prácticamente iguales. De hecho, el coste es muy similar. En ambos centros hay que suprimir las barreras arquitectónicas, para lo que está previsto habilitar sendos ascensores. En el caso del colegio de Santa Eulària, hay que construir diversas rampas en el exterior del edificio «para resolver pequeños desniveles».

En el caso de la escuela de Vila, hay que crear nuevas rampas en el acceso principal al centro, así como para acceder a las pistas deportivas. De la misma manera, se reformará una rampa que comunica el interior del centro con el porche y se construirá un baño adaptado en la planta baja.