Las nuevas deficiencias detectadas en el hospital Can Misses y que han provocado el cierre de la sala de recuperación del bloque quirúrgico tras unas goteras «demuestran de nuevo la mala calidad constructiva del nuevo edificio y la falta de seguimiento que se llevó a cabo durante la construcción», según criticó ayer el delegado del Sindicato Médico de Balears (Simebal) en Ibiza, Carlos Rodríguez. Este sindicato insiste en reclamar que se encargue una auditoría «que detalle con total seguridad cuáles son las condiciones en que se encuentra actualmente el hospital».

«La construcción de este edificio fue horrorosa y ahora debemos apechugar con ello», se resignó el representante médico. El nuevo capítulo de la serie de desperfectos que van surgiendo en Can Misses se produjo el jueves, cuando un problema en la impermeabilización de la zona de esterilización provocó unas goteras en la planta inferior, donde se cerró la sala de recuperación del bloque quirúrgico, que se encontraba inundada.

El cierre de esta sala, en la que se encuentra la Unidad de Reanimación y de postanestesia, también supuso la suspensión de seis operaciones. La gerencia del Hospital informó de que la avería se reparó en la mañana de ayer y que se produjo al soltarse el manguito flexible de una de las máquinas autoclave, usadas para esterilizar el material quirúrgico.

«¿Pero, cómo es posible que se rompa un manguito si el hospital se abrió hace sólo tres años?», lamentaba ayer Rodríguez. «Si sólo hubiéramos tenido algún problema en este tiempo, pero es que es uno detrás de otro y ya estamos desconcertados y con la mosca detrás de la oreja, aunque suene a broma decir esto». «Hay mucha suspicacia, porque no sabemos qué más puede pasar en cualquier momento en este hospital y cuál va a ser la próxima», sentenció el portavoz del Sindicato Médico.