Cáritas Ibiza está recibiendo este verano menos demandas de usuarios y peticiones de ayuda que el año pasado. Así lo confirmó ayer su director , Joan Marí, durante la entrega de un talón de 2.236 euros por parte de la empresa de servicios municipales de agua Aqualia a la entidad, en un acto celebrado ayer en el Ayuntamiento de Vila. A pesar de ello, Marí afirmó que sí están registrando «una mayor demanda de alimentos» por parte de quienes solicitan su ayuda. El director de la entidad recordó que «las necesidades son siempre las mismas», y que éstas incluso han aumentado con respecto al año pasado.

La donación de Aqualia, que fue entregada por el alcalde Rafa Ruiz y la concejala de Medio Ambiente, Montse García, ante la presencia de los responsables de la compañía, tuvo lugar tras la firma de un convenio entre Aqualia y Cáritas. Este acuerdo establece que Aqualia apoya las iniciativas de Cáritas que luchan contra la pobreza y la desigualdad, para contribuir a mejorar las condiciones de vida de las personas en riesgo de vulnerabilidad o exclusión.

La cifra donada corresponde a las facturas de agua que los tres centros de Cáritas de Ibiza consumieron en 2017: el comedor social y el centro de día, el centro Betania y el centro de atención primaria.

«Otra forma de ayudar»

Por su parte, el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, quiso agradecer a Cáritas y a la empresa Aqualia su esfuerzo: «Es una forma diferente de poder ayudar a aquellos que más lo necesitan y que son los más desfavorecidos en nuestra isla, en la que no sólo hay lujo».

Asimismo, el primer edil incidió en el constante trabajo que el Consistorio de Ibiza realiza para ofrecer a la isla unas «infraestructuras decentes».