De las 43 calas y playas de la isla de Ibiza donde hay más fondeo de embarcaciones, en 19 de ellas se han detectado matas muertas de Posidonia oceanica, según un estudio elaborado por una empresa externa para analizar la situación de esta especie. La superficie dañada oscila entre el 0,5% y el 5%, dependiendo del lugar analizado. El diagnóstico forma parte de una iniciativa del Consell para regular el fondeo de barcos en el litoral y que es independiente del decreto que está a punto de aprobar el Govern balear con la misma finalidad.

Los responsables de la empresa, junto con el conseller de Medio Ambiente, Gonzalo Juan, y el técnico de Biodiversidad, Jaume Estarellas, presentaron ayer en rueda de prensa el estudio, que se ha centrado en aquellos puntos con más aglomeración de yates recreativos, pues abarcar todo el litoral ibicenco «suponía un coste económico muy elevado».

La UTE Servicios Técnicos de Infraestructuras y Medio Ambiente de Ibiza, S.L. y Tecnoambiente, S.L., ha sido la encargada de elaborar el documento, que se adjudicó por un importe total de 81.796 euros y ha tenido una duración de 14 meses.

El trabajo ha consistido en determinar cuáles son los sectores litorales que presentan mayor frecuentación de embarcaciones fondeadas, qué tipología de fondo se presenta en el conjunto de estas áreas, para así relacionar los usos de fondeo con las características o naturaleza de los tipos de fondos marinos (fondos con presencia de posidonia, zonas de arena, presencia de otras comunidades marinas) y sus efectos.

«Más barcos, más deterioro»

«Más barcos, más deterioro»

Aunque el estudio no determina con detalle el estado de salud de las praderas de posidonia, sí confirma que «allí donde hay más barcos hay más deterioro de la posidonia», señalaron sus responsables, Koldo Díaz y Daniel Tomé. En concreto, aludieron a Talamanca, Sant Antoni y Santa Eulària como las zonas donde más daños se han detectado.

Otro de los motivos que explicarían estos daños serían los emisarios submarinos y otras estructuras que alteran las condiciones del fondo.

El conseller insular de Medio Ambiente indicó que «cada vez hay más barcos por todas partes», si bien ha afirmado que el sector náutico «no es incompatible» con la preservación de la posidonia. «Lo que se busca es una ordenación», añadió. Por ello, a partir de ahora los esfuerzos del Consell continuarán en la dirección de establecer un régimen de uso concreto para cada una de las 43 zonas analizadas. Este plan estará listo en los próximos meses.

El técnico de la conselleria Jaume Estarellas advirtió, sin embargo, que la intención del Consell «no es llenarlo todo de boyas» para que fondeen los barcos, pues «si en un lugar determinado hay la alternativa de fondear sobre la arena, no hay por qué complicarse la vida». «No queremos privatizar el mar», afirmó. En otros puntos, en cambio, no podrá fondearse de ningún modo y en otros podrá hacerse a través de boyas ecológicas.

Sin comparación

Sin comparación

Dado que antes no existía una cartografía detallada y sistemática de las praderas de posidonia de Ibiza, los responsables del estudio no pudieron explicar las variaciones que sufre esta planta submarina, necesaria para preservar las playas y la limpieza del mar. «A partir de ahora, sí podrá hacerse un seguimiento», señalaron.

Sobre la coincidencia de trabajos entre el Consell y el Govern balear para proteger las praderas de posidonia, por vías separadas e independientes, el conseller insular de Medio Ambiente aseguró que están en contacto con el departamento autonómico que elabora el decreto. También afirmó que este diagnóstico «será enviado al Servicio de Protección de Especies» del Govern balear para que lo utilice en su normativa.

Los responsables de la elaboración de este estudio expresaron su satisfacción por el hecho de poder disponer al fin de la primera cartografía sobre las praderas de Posidonia oceanica de la isla, aunque ésta no abarque la totalidad del litoral.

Las fotografías obtenidas permiten también localizar muertos de fondeo, emisarios y otras estructuras. Del mismo modo, aparte de la posidonia, muestran la presencia de otros organismos y especies presentes en el fondo marino, como la Cymodocea nodosa, que también es una especie protegida. Ello ha sido posible gracias a la utilización de una cámara submarina.