Cadagua, empresa del grupo Ferrovial, adjudicataria del mantenimiento de las depuradoras de la isla, se muestra «abierta a seguir negociando» con los trabajadores para evitar la huelga, prevista a partir de los primeros días de agosto, en las plantas de Ibiza, Sant Antoni y Cala Tarida.

Un portavoz de la empresa aseguró ayer a este diario que el paro «no está convocado oficialmente». «Es un servicio de interés general, por lo que se tiene que justificar», indicó, al tiempo que rehusó hacer comentario alguno sobre las reivindicaciones de la plantilla. «Seguimos abiertos a negociar. No haremos comentarios sobre el resto», se limitó a decir.

Por su parte, la conselleria balear de Medio Ambiente rehusó también hacer comentario alguno sobre la huelga y las posibles consecuencias.

Cadagua se comprometió con los trabajadores a pedir a la Agencia Balear del Agua (Abaqua), dependiente de la conselleria balear de Medio Ambiente, un incremento de presupuesto para contratar a una persona más por planta y satisfacer, con ello, una de las demandas de los trabajadores.

La propuesta de la empresa concesionaria del servicoi no satisface al personal porque ésta rehusó comprometerse a contratar igualmente al personal necesario en el caso de que la respuesta de Abaqua fuera negativa.

Al margen de la cuestión relacionada con el personal, la subida salarial que reivindican los 11 trabajadores de las tres plantas de depuración responsabilidad de esta empresa es la otra cuestión que enfrenta a las dos partes. Los trabajadores reclaman un aumento del 15% en el primer año y una subida paulatina hasta llegar al 25% en tres años. Según el representante sindical de los trabajadores, Diego Infante, del sindicato USO, Cadagua sostiene que no puede hacer frente a esta subida y ofrece un aumento en cuestiones variables, como el precio de las horas extras o el plus por las guardias semanales.

Otro intento en el Tribunal de Mediacióny Arbitraje

Antes de que se inicie la huelga habrá, como mínimo, otro intento de acuerdo en el Tribunal de Mediación y Arbitraje. Infante advierte de las consecuencias de una huelga en pleno verano. Habrá que ver cómo quedan los servicios mínimos, pero con el personal actual ya hay problemas para cubrir los turnos. Si se producen averías o vertidos, posiblemente no se podrán atender porque lo más probable es que sólo haya una persona por planta», subraya el representante sindical.

Aparte del jefe de planta, el capataz y el adjunto, la plantilla está formada por 11 operarios, de los cuales cinco se destinan a las plantas de Vila, otros cinco a la de Sant Antoni y uno a la de Cala Tarida. En principio, los turnos de mañana y tarde se cubren cada uno con dos trabajadores, pero para cubrir las libranzas, a veces en el turno de tarde sólo hay una persona, dice Infante.

Y si alguien se pone enfermo, destaca, el problema se acrecienta y obliga a los trabajadores a cambiar turnos y horarios para suplir la falta de personal, advierte.