De las 43 calas y playas de la isla de Ibiza donde hay más fondeo de embarcaciones, en 19 de ellas se han detectado matas muertas de posidonia oceanica, según un estudio elaborado por una empresa externa para analizar la situación de esta especie. Este diagnóstico forma parte de una iniciativa del Consell para regular el fondeo de barcos en el litoral y que es independiente del decreto que está a punto de aprobar el Govern balear con la misma finalidad.

Los responsables de la empresa, junto con el conseller de Medio Ambiente, Gonzalo Juan, y el técnico de Biodiversidad, Jaume Estarellas, han explicado esta mañana que el estudio, que ha costado 81.000 euros, se ha centrado en aquellos puntos con más aglomeración de yates recreativos, pues abarcar todo el litoral ibicenco "suponía un coste económico muy elevado".

Aunque el estudio no determina el estado de salud de las praderas de posidonia, sí confirma que "allí donde hay más barcos hay más deterioro de la posidonia", señalaron sus responsables, Koldo Díaz y Daniel Tomé. En concreto, aludieron a Talamanca, Sant Antoni y Santa Eulària.

El conseller insular de Medio Ambiente ha indicado que "cada vez hay más barcos por todas partes", si bien ha afirmado que el sector náutico "no es incompatible" con la preservación de la posidonia. "Lo que se busca es una ordenación", ha añadido. Por ello, a partir de ahora los esfuerzos del Consell continuarán en la dirección de establecer un régimen de uso concreto para cada una de las 43 zonas analizadas.

El técnico de la conselleria Jaume Estarellas ha advertido, sin embargo, que la intención del Consell "no es llenarlo todo de boyas" para que fondeen los barcos, pues "si en un lugar determinado hay la alternativa de fondear sobre la arena, no hay por qué complicarse la vida". "No queremos privatizar el mar", ha afirmado. En otros puntos, en cambio, no podrá fondearse de ningún modo y en otros podrá hacerse a través de boyas ecológicas.

Dado que antes no existía una cartografía detallada y sistemática de las praderas de posidonia de Ibiza, los responsables del estudio no han podido explicar las variaciones que sufre esta planta submarina, necesaria para preservar las playas y la limpieza del mar. "A partir de ahora, sí podrá hacerse un seguimiento", han señalado.