Pese a la prohibición para organizar fiestas masivas en viviendas particulares o turísticas y cobrar entrada por ello, la web Ibiza Bible, que se anuncia como la única vía para acceder a las fiestas secretas en villas de la isla, está comercializando entradas para eventos de estas características de manera abierta por internet. Tras una fiesta en una mansión celebrada el 16 de junio, a través de las redes sociales y de su propia página publicitan una cita para mañana y otras dos en agosto y septiembre, con las entradas a precio rebajado para los trabajadores británicos de temporada.

La web Ibiza Bible se presenta para ofrecer servicios de alquiler de mansiones y barcos, además de impulsar las fiestas en chalés bajo la marca Secret Sessions. En ella se ofrecen las entradas a la venta para estas fiestas clandestinas a un precio de 45 libras (50 euros) para turistas y 20 para los trabajadores, mientras que a través de las páginas de Facebook de la comunidad británica en la isla se ofrecen por estas mismas cifras, pero en euros. También se da la opción de pagar una reserva de 20 libras o euros de depósito y el resto en el punto de encuentro para la rave. En las redes sociales, en los últimos días se publicitan hasta cinco chicas británicas que venden estos tiques.

Una vez conseguida la entrada, los organizadores de la fiesta han convocado a sus clientes en dos puntos de encuentro a las 14.30 de mañana, un bar de Platja d'en Bossa y otro de Sant Antoni, desde donde serán trasladados a la «fiesta secreta» en autobuses lanzadera. Con la entrada se ofrece una rave de ocho horas, además de un after secreto, piscina, bebidas, barbacoa y diversos dj de renombre.

Reportaje fotográfico

En la página de Facebook de Secret Sessions, se exhiben las fotos de su último evento masivo, celebrado el 16 de junio en una mansión junto al mar cercana a Platges de Comte. El Ayuntamiento de Sant Josep no recibió ninguna solicitud especial para celebrar ningún evento de estas características para ese día, además de que «no se les puede dar ninguna autorización para ejercer una actividad así en una casa, porque es ilegal», sentenció ayer la teniente de alcalde, Paquita Ribas.

Ribas precisó que tampoco recibió denuncias vecinales por molestias de música (la mansión se encuentra lejos de cualquier núcleo), que es la vía con la que el Ayuntamiento puede combatir estos negocios clandestinos con multas de hasta 12.000 euros, tras la modificación de la ordenanza municipal de ruidos. Además, «el Consell puede retirar la licencia turística de estos chalés si se comprueba que ejerce una actividad diferente».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas, José Antonio Llano, lamenta la mala imagen que dan a la isla y al sector estas fiestas clandestinas y pide que aumentaran las sanciones para los organizadores.