La tormenta del 10 agosto del año pasado prácticamente colapsó la isla y todavía no se han reparado todos los desperfectos que ocasionó, como los desprendimientos y el cierre de la carretera de la urbanización de es Cubells. Sin embargo, también han causado «una satisfactoria sorpresa», como la calificó ayer el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, al presentar el yacimiento arqueológico de Can Burgos del que el Ayuntamiento ha encargado la museización.

Tras las lluvias, los operarios que retiraban hierbas de la zona verde de Can Burgos encontraron que el suelo se había hundido en dos tramos cercanos. «Pensábamos que podía tratarse de una pequeña falla», recordó el alcalde.

Sin embargo, tras encargar un estudio arqueológico, descubrieron que una de las cavidades se produjo porque se trataba de tierra sedimentada encima de un aljibe, que se encontraba escondido junto a otro más reciente y que se ha mantenido en el exterior. Además, se trata de un conjunto hidráulico con unas características inéditas en Ibiza: «La sorpresa ha sido encontrar este sistema que consta de nueve pequeños aljibes que se encuentran interconectados entre ellos», destacó la arqueóloga Glenda Graziani.

La oquedad que ha dado lugar al nuevo yacimiento arqueológico apareció junto a la cúpula para extraer el agua y otro aljibe de gran tamaño. Tras tres semanas de trabajo extrayendo tierra, que finalizaron el 16 de junio, Graziani y su colega Juan José Marí comprobaron que la bóveda del exterior estaba comunicada con el aljibe que acababan de desenterrar por un pasillo de dos metros. Luego se comunicaba con otros ocho depósitos de agua, a través de una doble arcada entre cada uno de ellos, formando primero una sección de 10 metros que luego crea un ángulo de 45 grados con otro pasillo de 12 metros.

«En Ibiza no hay nada similar y estamos buscando algún conjunto parecido», detalló Graziani. De momento, en el norte de la Península se encuentran «cisternas conectadas por una doble arcada, como el caso de aquí, que corresponden a época romana». Sin embargo, Graziani y Marí se encuentran en el proceso de redacción del informe arqueológico y todavía no cuentan con la datación aproximada de este yacimiento, por lo que su posible origen romano no es más que una hipótesis, de momento.

En la excavación, los arqueólogos se encontraron con que algunos de los aljibes estaban cubiertos con restos de basuras o sedimentos de tierra de época más reciente, con lo que se infiere que quedó oculto cuando el desarrollismo llegó a Can Burgos.

¿Escondrijo en la Guerra Civil?

Los testimonios recopilados por el concejal de Patrimonio, Paco Ramón, a raíz del encuentro del yacimiento también apuntan a que sirvió de escondrijo de un militar del bando nacional durante las tres semanas de dominación republicana de Ibiza, en la Guerra Civil. Así lo recordaban los hermanos Enrique y Ernesto Ramón Fajarnés, cuya familia era la propietaria de Can Burgos y sufrieron la contienda en su niñez.

«Por los restos que hemos encontrado, no podemos asegurar que fuera exactamente aquí», matizó Juanjo Marí, «pero es posible que el militar se escondiera aquí durante el día y por la noche saliera a alguna casa, como pasó mucho durante la Guerra Civil». Un testimonio de los hermanos Ramón Fajarnés refuerza la hipótesis de que el aljibe fuera el refugio: «Ellos recordaron que el militar era capaz de obtener agua sin salir al exterior, de manera que tenía alguna relación con estas cisternas», apuntó el arqueólogo.

Si el aljibe sirvió de escondrijo, «significa que ya estaba en desuso en la Guerra Civil». Sin embargo, los arqueólogos han encontrado en su base monedas del reinado de Alfonso XII, con lo que cabe suponer que cumplía con su función de depósito de agua en esa época.

Tras el fin de las excavaciones, y a la espera de que finalice el informe arqueológico, la intención del Ayuntamiento es museizar este yacimiento, ya que se encuentra en un espacio público. Además de poder visitar los aljibes, se instalarán paneles informativos y una recreación virtual en tres dimensiones en la web del Ayuntamiento para visualizar su interior.