Hace 25 años

Hace 25 añosEl Govern aseguraba el 13 de julio de 1993 que había «descartado definitivamente desdoblar la carretera de Ibiza a Sant Antoni para descongestionar el tráfico». La alternativa, a propuesta del Consell y del Consistorio de Sant Antoni, era crear un carril de tráfico lento. Con eso «se soluciionaría el problema», según «estudios de la conselleria de Obras Públicas», a cuyo frente estaba Bartomeu Reus.

Ese mismo estudio advertía del «impacto ambiental grande, exagerado», que provocaría el desdoblamiento, causa que Antoni Marí Calbet, entonces presidente del Consell, aseguraba que era la principal por la que no se había tenido en cuenta ese plan. No obstante, y como se vería años más tarde, la conselleria balear advertía de que quizás «a medio o largo plazo» tendría que «acudir al desdoblamiento». Lo hizo en una década, aproximadamente. También estaban ya en estudio las ampliaciones de las carreteras a Santa Eulària y la del aeropuerto.

Pero una de las mayores preocupaciones del momento era el paro, descontrolado en plena crisis económica. En julio se alcanzó la cifra más elevada de los últimos veranos, 4.096 personas sin empleo, un 15% más que en 1992. Era mucho: en junio de 2017, se registraron 3.500 parados en Ibiza, casi 600 menos.

Hace 50 años

Hace 50 años Los ruidos. El gobernador, Plácido Álvarez Buylla, emitió una circular (publicada el 9 de julio de 1968) ante las quejas provocadas por los ruidos «improcedentes» que se producían en Ibiza. Tenían, a su juicio, tres orígenes: «las motos con escape libre», «los cantos en la calle a altas horas de la madrugada» y los altavoces, amplificadores, aparatos de televisión y radios a pleno volumen tanto de día como de noche». Ese «problema» ocasionaba «graves daños al vecindario y a nuestro turismo». Pues todo sigue igual.

Hace 75 años

Hace 75 años Pro moralidad. Había una especie de campeonato entre Es Diari y el Ayuntamiento de Sant Antoni por demostrar quién tenía más celo por defender la moralidad. En estas páginas, y a raíz de ese pulso con el Consistorio, se publicó esa semana de 1943 una nota de la Dirección General de Seguridad en la que se advertía de que no se consentirían, en lugares de público esparcimiento, «plebeyos desaliños de indumentaria con el pretexto de la elevada temperatura», así como «soeces manifestaciones de ruidosa alegría» o «indecorosas actitudes por las que personas de ambos sexos pretenden demostrar, inelegantemente, su mutuo afecto». Ojito.

Hace 100 años

Hace 100 añosUna carretera entre Sant Joan y sa Cala. El 10 de julio de 1918 llegaba a Eivissa el ingeniero Juan Frontera, encargado de las obras públicas en la isla, que una jornada después visitaba el norte «con el objeto de inspeccionar el terreno donde ha de construirse la carretera que ha de unir el pueblo de Sant Joan con el puerto de sa Cala, pasando por la iglesia de Sant Vicent», publicó Diario de Ibiza. Había consignada «la cantidad de 2.000 pesetas para los estudios» de ese vial. Al mismo tiempo, se informaba de que esa jefatura de obras públicas había recibido la orden de «aumentar el precio» de la licitación para construir «el segundo trozo de la carretera de Formentera», dado que su subasta ya había quedado desierta dos veces. Es decir, que poco han cambiado las cosas en un siglo.

En el mar, el ´Cadarso´, buque de la Armada, encontró las dos minas halladas por los pescadores en es Freus y las remolcó a una zona donde «mediante un corto número de disparos se consiguió su destrucción, sin que se viera explosión ninguna, lo que demuestra que su carga, como también sus espoletas, estaban inútiles». A juzgar por su estado, esos artefactos «ya hacía tiempo que estaban a la deriva».

Otro de los temas de esa semana fue el anuncio de un aumento del 30% de la contribución industrial. La Cámara de Comercio instó al ministro de Hacienda a que ese incremento «no rigiese» para las Pitiüses, debido a la situación económica en que se encontraban a consecuencia de la Gran Guerra. Alegaba «la paralización del trabajo en las salinas, que privaba «a este distrito de uno de sus mejores ingresos»; que no se había vendido la cosecha de almendras del año anterior, y que la de albaricoques y su pulpa estaba «parada»por la falta de hojalata.