La sección segunda de la Audiencia Provincial de Palma celebrará el miércoles una vista previa por el caso de una banda de narcos desarticulada en Santa Eulària en 2017 y cuyos cinco integrantes (tres colombianos, un español y un marroquí) fueron detenidos entre agosto y septiembre de ese año por formar parte de una organización criminal que traficaba con drogas, delitos por los que la Fiscalía pide ocho años de prisión y multas por un valor de 1,89 millones de euros.

Estos cinco acusados, cuatro de ellos se encuentran en prisión preventiva, se dedicaron durante 2016 y 2017 a la venta de sustancias estupefacientes a terceras personas, funcionando como una estructura «permanentemente organizada» cuya finalidad «exclusiva» era el lucro proveniente de la venta de drogas, sobre todo de cocaína, según describe la Fiscalía en su escrito de acusación. Dicha banda de narcos estaba dirigida por un colombiano de 38 años y con residencia legal en España y cuando él viajaba a Colombia se encargaba de sus tareas otro de los acusados nacidos en el mismo país, pero que residía en España de forma ilegal. En el siguiente escalón jerárquico se encontraba el tercer acusado colombiano, que se encargaba de distribuir la droga en Ibiza a los vendedores finales, entre los que se encontraban los acusados nacidos en España y Marruecos. Ambos carecían de antecedentes penales.

Esta organización tenía su sede en una casa de Santa Eulària, alquilada a nombre del líder de la banda. El 7 de agosto de 2017 funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía llevaron a cabo una entrada y registro de esta vivienda y en el interior de un armario cerrado con candado localizaron ketamina, MDMA, tetracaína (un producto utilizado para adulterar la cocaína), distribuidas cada una de estas drogas en bolsas diferentes, y otras tres bolsas con cocaína. Las sustancias intervenidas hubiesen alcanzado en el mercado ilícito un valor de 37.562,70 euros, según señala el Ministerio Público.

El mismo día, agentes de la Policía Nacional accedieron también a las viviendas de Santa Eulària donde residían tres de los integrantes de la banda, que escondía más dosis de drogas y material para distribuirlas como básculas de precisión, prensas, paquetes de bolsitas para envasar al vacío, etc, así como dinero procedente de la venta de drogas.

El Cuerpo Nacional de Policía no inspeccionó las casas de los que se encargaban de vender la droga a terceros hasta el 30 de agosto.

Además, en la misma causa están acusados por un delito contra la salud pública un hombre de 48 años y una mujer de 37 años, ambos colombianos, a los que esta banda de Ibiza acudía «en alguna ocasión» para suministrarse de estupefacientes. Ambos se enfrentan a nueve años de cárcel por un delito contra la salud pública.