Dolor, cabreo, indignación y resignación son algunos de los sentimientos que experimentaron ayer Ramón Viñals, padre de Daniel Viñals, el ciclista arrollado mortalmente el 29 de abril del año pasado, y Christian Torres, herido en el mismo accidente, tras conocer la sentencia en la que la jueza de lo Penal número 2, Martina Rodríguez, condena a tres años, cuatro meses y 15 días de prisión a Marcos Martínez Beltrán por los delitos de conducción temeraria, imprudencia grave con resultado de muerte y omisión del deber de socorro. «Matar a una persona debería castigarse más. La sentencia me parece una barbaridad. Estamos indignados y cabreados, así que la recurriremos», manifestó ayer Viñals, que añadió que, como mínimo, esperaban que al acusado le cayesen cinco años de cárcel, como pedía la Fiscalía.

«Todos sabemos lo que pasó el día del accidente y cómo pasó. Además, si el conductor no tenía alteradas completamente sus capacidades, como reconoce la jueza en su sentencia, ¿por qué no se paró?», se quejó el padre del ciclista fallecido y denunciante.

A continuación, hizo referencia a las «lagunas» que declaró que tenía el acusado, lo que le impedía recordar el accidente. «La amnesia sólo la tuvo durante el accidente, pero antes y después lo recuerda todo», se quejó Viñals.

El padre del ciclista atropellado mortalmente también hizo referencia a los 6.000 euros que consignó el acusado en la cuenta del juzgado instructor para paliar «en la medida de lo posible el daño ocasionado» y la idea de vender el todoterreno que conducía. «Menos mal que no pusieron más dinero porque, de haberlo hecho, ya estaría en la calle», manifestó el denunciante, que defendió que su reacción no es por «estar en caliente», sino que ve «la realidad». «Tras conocerse la condena, me ha llamado todo el mundo indignado. Todos lo vemos de un modo, pero las juezas de aquí [en referencia a la de Instrucción 1, que lo dejó en libertad provisional, y la de Penal 2, la que ha juzgado este caso], de otro. No creo demasiado en la justicia», lamentó Viñals, que añadió que su hijo, hermano del fallecido, estaba hecho polvo. «Todos estamos mal, pero a mí se me cae el alma al ver cómo está mi hijo por esta condena. Queremos pasar página, pero con justicia», manifestó Viñals.

Torres, por su parte, señaló ayer a este diario que la sentencia no le ha sorprendido por los casos recientes ocurridos en España, ya que las condenas a los conductores que han causado la muerte a ciclistas han sido incluso inferiores a la impuesta a Martínez Beltrán. «El problema es el Código Penal. Hasta que no se reforme no se podrán imponer penas más altas», valoró, con serenidad, el denunciante, que también se quejó de que la Dirección General de Tráfico (DGT) no aporte soluciones a la muerte de ciclistas en la carretera, pese a manifestar su preocupación.