Las organizaciones ecologistas GEN-GOB, Greenpeace, Oceana y Terraferida han unido sus esfuerzos para denunciar todas las amenazas a las que se enfrenta la posidonia, el organismo vivo más longevo del mundo, después de que el pasado año identificasen 550 megayates fondeados sobre praderas de posidonia en las Pitiusas.

Por ello, entre los días 27 y 29 de julio estas entidades invitarán a cualquier persona interesada a monitorizar la presencia de barcos fondeados sobre las praderas de Ibiza y Formentera, o sobre su periferia, realizando así el primer muestreo social o crowdsourcing crowdsourcingde amenazas de la posidonia.

Durante estas 48 horas se contabilizará el número de amenazas que diariamente se ciernen sobre esta planta protegida por varias normativas internacionales, europeas y estatales. Sin embargo, según lamentan, en el Estado español sólo un tercio de las praderas se encuentran dentro de algún espacio natural protegido.

Las organizaciones ven con preocupación que Balears, que acoge más de la mitad de toda la superficie de posidonia del país, sigue sin contar con una norma específica que permita actuar de forma más contundente contra el fondeo ilegal.

Según señalan, casi la mitad de la temporada alta turística ya ha pasado y el «declive de las praderas es alarmante». Las entidades explican que en 3,5 kilómetros cuadrados de pradera en el espacio protegido de ses Salines, en Formentera, un estudio documentó en 2012 un total de 209 marcas de garreo de anclas. En tan sólo cuatro años, entre 2008 y 2012, las organizaciones destacan que se ha documentado una regresión de un 44% en las praderas de posidonia de s'Espalmador, posiblemente debido al fondeo masivo incontrolado en esta zona.

Un bosque sumergido

Al ser una formación de bosque sumergido, las praderas de posidonia son el hábitat de más de 1.400 especies de animales y plantas. Bien conservadas, estas praderas protegen la costa de la erosión, atenúan el impacto del oleaje, son formadoras de arenas para las playas o ayudan a combatir el cambio climático, generando oxígeno y almacenando carbono.

Las personas, empresas y turistas que deseen unirse y contribuir a esta investigación social para denunciar la gravedad de las amenazas a las que se enfrenta la posidonia pueden hacerlo a través del portal de Greenpeace.

Los expertos advierten del retroceso de la extensión de las praderas de esta planta marina, protegida por varias normativas nacionales e internacionales e incluida en la declaración de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, debido al fondeo no controlado y al vertido de aguas fecales en el mar, entre otros factores.