Los residentes en las Pitiüses y Menorca todavía no pueden beneficiarse del mismo descuento que los residentes en Palma en la línea de autobús que enlaza la capital de Balears con el puerto y el aeropuerto (y los estudiantes en toda la red municipal), a pesar de que el conseller de Territorio y Movilidad, Marc Pons, anunció el pasado 12 de junio en el Parlament que ya se podían expedir «directamente» en las oficinas de la empresa pública de transportes de Palma (EMT).

En respuesta a una pregunta de Més per Menorca, Pons también dijo el 12 de junio que el día anterior se había mantenido una reunión con los consells para que en cada uno se pudiera «dar el mismo servicio». «Ayer [el 11 de junio] se ultimaban los últimos detalles entre Consell y Ayuntamiento... entiendo que en cuestión de una semana, dos como mucho, los ciudadanos de Menorca, Ibiza y Formentera se podrán dirigir a cada uno de los consells para que se les entregue esta tarjeta», dijo en ese momento el conseller de Territorio, del PSOE. Las tarjetas se deberán cargar de dinero para su uso.

Ha pasado un mes y ni siquiera en las oficinas de la EMT de Palma, como comprobó ayer mismo el diputado ibicenco del PP Miquel Jerez, se puede conseguir la tarjeta. «Un trabajador me ha venido a decir que se ha firmado el convenio, pero que el procedimiento a seguir no está definido», explica Jerez, que califica esta situación de «incomprensible» y que sitúa de nuevo a los ibicencos, formenterenses y menorquines en «residentes de segunda». Los ciudadanos de Palma pagan un euro por el billete del bus al aeropuerto, mientras que los pitiusos desembolsan cinco euros, al igual que los turistas.

Más críticas al retraso

El diputado de Més per Menorca Nel Martí se muestra muy crítico con este retraso en la aplicación de esta medida, prevista, a propuesta de su grupo, desde 2016 tras la modificación de la ley de capitalidad de Palma. Martí indica que ahora cualquier menorquín interesado puede «rellenar la documentación» en el Consell de Menorca, desde donde se envía a Palma, «pero no se registra y se deja en un cajón o una bandeja». «Y te dicen que ya te llamarán y te dan una hoja con una serie de direcciones, todas ellas de Palma, donde podrás ir a buscar la tarjeta», lamenta.

Jerez recuerda que han pasado ya dos años desde la modificación de la ley de capitalidad, un tiempo «más que suficiente para que aquellos que somos desiguales pudiéramos haber recuperado los mismos derechos que los que ostenta un ciudadano de Palma. Nos cuesta más ir al hospital de Son Espases que a cualquier mallorquín, donde tenemos que ser asistidos en igualdad de condiciones», recuerda el diputado del PP.

Un portavoz del Ayuntamiento de Palma explicó ayer a este diario que «tan pronto se resuelva un trámite administrativo» se podrán expedir las tarjetas. «Nos sabe mal que se tenga que retrasar la aplicación de este beneficio para los usuarios de las otras islas», apuntó, al tiempo que reconocía que no se puede concretar cuándo se resolverá el trámite pendiente, relacionado con el acceso a la base de datos del padrón. «Pedimos disculpas», agregó.

La conselleria balear de Territorio y Movilidad sostiene que la puesta en marcha de la medida depende del Ayuntamiento de Palma, que es al que le corresponde «tramitar y entregar las tarjetas». El Govern tiene la obligación de pagar al Consistorio la diferencia del descuento. Para ello, se han reservado este año 50.000 euros.

El Ayuntamiento de Palma también reconoce que, una vez que se empiece a aplicar la bonificación, será «complicado» que las tarjetas se puedan obtener en cada uno de los consells. «Esto es más complejo», apunta el portavoz.

Escasa demanda en Ibiza

De hecho, el Consell de Ibiza no contempla de momento, aunque tampoco lo descarta en función del interés y la demanda, la posibilidad de entregar las tarjetas. Hay que tener en cuenta que se trata de una tarjeta distinta a la que se utiliza en el transporte público de la isla.

Por ahora, según un portavoz de la institución insular, «menos de media docena» de personas han preguntado por esta bonificación en el Consell por vía telefónica o por correo electrónico. «Si hubiera mucha demanda se podría plantear», apunta, al tiempo que destaca que los usuarios que viajan con frecuencia a Palma seguramente preferirán obtener la tarjeta en una de las oficinas de atención al ciudadano de allí en lugar de acudir «dos veces» al Consell (una para tramitar la documentación y luego, después de que la EMT la enviase a la isla, para recogerla).

El Consell recuerda, además, su falta de recursos y sobrecarga de trabajo, que condiciona que su oficina de atención al ciudadano, en la que se tramitan las tarjetas del transporte público de la isla, esté «colapsada».