La cifras que facilitará en los próximos días la patronal hotelera sobre los índices de ocupación correspondientes al mes de junio revelan unos resultados «prácticamente idénticos» a los que registró el mismo mes del año anterior, con una leve bajada en algún municipio.

Los descensos, si se producen, se notarán sobre todo en julio y agosto, aunque ello dependerá de la capacidad que tengan las empresas hoteleras para reanimar las reservas mediante bajadas de precios.

Los hoteleros consideran que la temporada, a pesar de todo, «ha tenido un buen arranque», como lo demostraron también las cifras de mayo, que pese a bajar un 0,8% en la isla de Ibiza respecto a 2017, siguieron arrojando resultados considerados como excepcionales.

En todo caso, lo que ya se da por perdida es la posibilidad de alargar la temporada en el mes de octubre, e incluso el vicepresidente Juanjo Riera, al ser preguntado sobre ello, declinó ofrecer ningún tipo de pronóstico.

La necesidad de prolongar la estancia media es uno de los retos que destacó Riera, pues el acortamiento de la misma se observa, señaló, en todo los sectores turísticos.