La fiscalía pide penas que suman 86 años de prisión para once miembros de una banda que perdió un alijo de 139 kilos de cocaína en el mar entre las costas de Balears y Valencia. Sus proveedores lanzaron al agua el cargamento, valorado en casi 16,5 millones de euros y equipado con localizadores GPS para que los procesados lo recogieran. Pero los dispositivos fallaron y los fardos de droga se dispersaron hasta llegar a las costas de Alcúdia, Menorca y Formentera, donde fueron intervenidos 107 kilos de cocaína. Está previsto que el juicio se celebre la semana próxima en la Audiencia Provincial de Palma.

La fiscalía relata en su escrito de acusación cómo cinco de los sospechosos -tres colombianos y dos españoles- se concertaron para introducir en Valencia el cargamento de cocaína. La droga fue arrojada al Mediterráneo por sus proveedores a finales de febrero de 2016 pero un fallo del GPS les impidió recogerla. Los paquetes quedaron a merced de las corrientes.

El 15 de marzo de 2016 llegaron 83 kilos a la playa de es Migjorn, en Formentera. El 3 de abril se encontraron en la zona de La Victòria, en Alcúdia, otros 28 kilos. Y el 16 de mayo aparecieron 27 kilos más en Cala Barril, en Menorca.

La red contaba con infraestructura y contactos para distribuir estupefacientes tanto en Valencia como en Menorca, a donde enviaban partidas de cocaína ocultas en dobles fondos de vehículos. En la capital levantina y otras poblaciones de la zona disponían de locales e inmuebles para almacenarla, manipularla y venderla al por menor.

La fiscalía imputa a los procesados, que fueron detenidos por la Guardia Civil a finales del año 2016, delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal. Por ellos reclama sendas penas de once años de cárcel para cinco de los sospechosos; ocho años de reclusión para otros tres imputados; y entre dos años y diez meses y tres años y medio para el resto. Además, solicita multas de hasta 66.000 euros.

La vista oral está señalada para la semana que viene en la sección segunda de la Audiencia.

Sorpresa en Formentera

Una vecina de Formentera fue quien encontró la droga cuando paseaba el 15 de marzo de 2016 a las cuatro y media de la tarde por sa Platgeta de Migjorn. Los 83 kilos de cocaína iban en tres sacos de boxeo, dos de color negro y uno rojo, con el anagrama de la marca Everlast y atados entre sí. Dentro había un GPS, aunque estaba estropeado, y estaban parcialmente cubiertos por posidonia.

Los primeros en llegar al lugar tras recibir la llamada de la mujer, que prefirió guardar el anonimato, fueron los agentes del Área de Investigación de la Guardia Civil de Formentera. Esa misma tarde se organizó un dispositivo de búsqueda en la zona en el que participaron agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil de Ibiza y buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS). Ya el martes por la mañana se desplazaron a Formentera más especialistas del EDOA y de la policía judicial de Mallorca, así como agentes del SVA.

El 9 de diciembre de ese mismo año, la Guardia Civil anunció la detención de doce personas en Menorca y Valencia acusadas de introducir la droga en Balears empleando el método conocido como drop off, que consiste en lanzar los paquetes con las sustancias estupefacientes, cocaína en este caso, en alta mar desde un barco con un dispositivo GPS para que puedan ser localizados y recogidos.