«Vamos cuesta abajo y en patines», avisa Ángeles Nogales, gerente del Fomento del Turismo y hotelera. La temporada, asegura, tiene mala pinta: abril y mayo fueron «malos» y junio «se comportó de manera muy similar a 2017», pero julio y agosto pueden ser al acabose: «Estamos en julio vendiendo julio con ofertas. Y vendemos agosto con ofertas. Y de septiembre y octubre ni nos atrevemos a hablar».

Y no cualquier descuento: «Para julio y agosto se están aplicando ofertas de un 30 y un 40%», asegura Nogales. En las agencias on-line como Booking.com están que lo tiran para la temporada alta. Eso sí, depende de las zonas, aclara la gerente del Fomento: «Santa Eulària se mantiene mejor porque tienen un cliente más estable; venden muy bien su oferta: somos lo que somos y no cambiamos. Sant Antoni se sostiene por una gran bajada de precios. Platja d'en Bossa ni siquiera funciona con grandes descuentos. Porque el cliente ni está ni tiene intención de venir a esa zona. Da igual que se lo vendas a dos o a 22 euros. Hemos perdido un volumen de clientes bestial en esa parte de la isla», afirma.

«La crisis está aquí -alerta Nogales-. Y el año que viene será peor. Algunas empresas se plantean ya abrir sólo cinco meses en vez de siete en 2019», a pesar de que el próximo año «la Semana Santa estará muy bien colocadita, la tercera semana de abril. Aun así, hay muchos turoperadores que no empezarán a volar hasta el 1 de mayo», avisa.

Al contrario de lo que alegan muchos empresarios, Nogales no cree que el regreso de mercados como el tunecino o el turco tengan toda la culpa de cómo va la temporada en las Pitiusas: «Nos han hecho cierto daño, pero no todo el daño. Lo han notado los hoteles con mucha turoperación, pero en Ibiza la venta es muy mixta, con mucho on-line. Nos afecta que se hayan recuperado Turquía, Egipto o Túnez, pero en una mínima parte».

"Les hemos contado que esto es un putiferio"

Hay otras razones de peso, recalca: «La gente no viene no porque seamos caros, sino porque les hemos contado que esto es un putiferio, que aquí no hay más que sexo, drogas, ladrones, ruido en las playas, vendedores ambulantes que te pisan la cabeza?La gente no quiere tirarse tropecientas horas en un atasco para llegar a la playa y que allí no tenga sitio para extender la toalla, que el vendedor ambulante le pase por encima de la cabeza y que le cobren una barbaridad por beber una cerveza en el chiringuito. Todo eso ha trascendido a los turistas, de ahí que en julio y agosto no tengamos demanda este año».

Además, la tormenta perfecta puede arreciar próximamente en dos frentes. Uno es la huelga salvaje anunciada por los tripulantes de cabina de Ryanair para finales de julio y principios de agosto, que está frenando las reservas. Otro es que Canarias está tirando los precios «de forma bestial» para recuperar los clientes que le están arrebatando turcos y egipcios. La alarma ya ha saltado entre los empresarios de Alicante, que temen un efecto contagio.